Oreja para Morante y Talavante en la primera de feria de Huelva

  • Una oreja cada uno pasearon los diestros "Morante de la Puebla" y Alejandro Talavante en la primera corrida de abono de "Las Colombinas" de Huelva, en la que Miguel Ángel Perera se marchó de vacío.

Huelva, 2 ago.- Una oreja cada uno pasearon los diestros "Morante de la Puebla" y Alejandro Talavante en la primera corrida de abono de "Las Colombinas" de Huelva, en la que Miguel Ángel Perera se marchó de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Jandilla, pobres de presencia, justos de fuerzas, mansos y descastados.

José Antonio "Morante de la Puebla": estocada (oreja); y estocada caída y nueve descabellos (gran ovación tras dos avisos).

Miguel Ángel Perera: bajonazo (ovación); y dos pinchazos y estocada con vómito (ovación).

Alejandro Talavante: estocada (oreja); y estocada caída y descabello (ovación).

En cuadrillas, Juan Sierra y Guillermo Barbero se desmonteraron en el segundo, y José Antonio Jiménez "Lili" y Francisco Javier Sánchez Araújo hicieron lo propio en el cuarto.

La plaza tuvo dos tercios en tarde de calor

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TARDE AROMÁTICA SIN TOROS NI ACEROS

"Morante" se lució con el capote en su primero tanto en las verónicas de recibo como en posterior quite por chicuelinas. Muleta en mano, el torero de la Puebla del Río diseñó una labor de empaque y torería, fundamentada en el toreo en redondo. Agarró una buena estocada y paseó el primer trofeo de la tarde.

En el cuarto, igual de deslucido que el anterior, anduvo más intermitente "Morante" en una faena larga, con algunas "cositas" y detalles sueltos de cierta pinturería, destacando únicamente en una tanda de frente al natural. No obstante, el público estuvo muy entregado con él, tanto que si no llega a ser por el descabello, podría haber abierto la Puerta Grande.

Perera, que nada más que pudo brillar en un quite por chicuelinas en su primero, llevó a cabo una entonada labor de muleta, con derechazos poderosos y de buen trazo, aunque acabaría emborronando su quehacer por la mala colocación de la espada.

Comenzó Perera con dos buenas series en redondo la faena al quinto, mas todo fue un espejismo, pues rápidamente el animal se desfondó, obligando al extremeño a buscar las cercanías. Otra vez falló a espadas y todo quedó en una ovación.

Talavante, que pasó inadvertido con el capote en su primero, sin embargo, logró el milagro en el último tercio al cuajar una buena faena al natural, por donde surgieron muletazos largos y templados. Cortó una oreja.

Al sexto lo recibió Talavante con unos bonitos ayudados por alto para, posteriormente, llevar a cabo un trasteo de largo metraje basado, otra vez, en la mano izquierda, y mal culminado con los aceros.

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