Cuenca.- Los diestros David Fandila "El Fandi", Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante cortaron una oreja cada uno en el cuarto festejo de San Julián celebrado hoy en Cuenca, un espectáculo condicionado por los deslucidos toros de la ganadería de Parladé.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Parladé, terciados y deslucidos en extremo por su absoluta falta de fuerzas. El único que se salvó, el encastadito tercero y quinto. Pitados el resto de los arrastres.
David Fandila "El Fandi": metisaca, pinchazo y estocada casi entera (ovación); y estocada (oreja).
Miguel Ángel Perera: ocho pinchazos, media y dos descabellos (pitos); y pinchazo y estocada (oreja).
Alejandro Talavante: estocada (oreja); y pinchazo, estocada corta y cuatro descabellos (silencio tras aviso).
La plaza se llenó en tarde muy calurosa.
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NO HUBO PARA MÁS
El inválido que abrió plaza ya perdió las manos antes incluso de entrar al caballo. Tras un leve picotazo, "El Fandi" lo banderilleó con variedad y facilidad. Pero en la muleta, nada de nada. El granadino puso empeño por sujetar a un animal que apenas se tenía en pie.
Con el cuarto puso toda la carne en el asador "El Fandi", que ya con el capote se lució en las verónicas de recibo, galleo para poner en suerte y quite por chicuelinas. De nuevo, espectacular en banderillas. Y en la muleta, faena bullanguera en los tendidos "de sol". Guiños y desplantes, en definitiva, toreo accesorio ante un toro muy deslucido. Cortó una oreja.
Perera tampoco tuvo opciones en su primera faena. El toro, flojo en extremo, anduvo más por los suelos que de pie. El torero, no obstante, tampoco estuvo confiado con él, y por si hacía falta más, desanimado y muy desacertado también con los aceros, provocando el enfado general.
En el quinto cambió el panorama. Perera salió enrabietado para cuajar una muy entonada faena al otro toro con posibilidades el encierro. Trasteo basado en el pitón derecho, por donde dibujó el torero muletazos largos, limpios y muy ligados. Buen nivel esta vez de Perera, que, pese al pinchazo previo a la estocada final, cortó la oreja.
Talavante sorteó en primer lugar al toro de más opciones, encastadito y con movilidad, al que instrumentó una labor importante por lo bien que se entendió con el animal.
Destacó con el capote, sobre todo en un bonito y novedoso quite por "lopecinas". En la muleta, lo mejor surgió a derechas. Muletazos largos y por abajo, con la quietud y el temple con bases fundamentales. Un final por bernardinas puso la guinda y, tras una buena estocada, cortó una oreja.
El sexto no tuvo ni un pase. Muy agarrado al piso, no pudo Talavante hacer nada con él. Faena sin historia por lo deslucido del toro.
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