Pablo Berger asume su derrota y se toma la nominación al César como un honor

París, 28 feb.- El director español Pablo Berger, nominado con "Blancanieves" a mejor película extranjera en los César del cine francés, premio que le arrebató la belga "Alabama Monroe", aseguró hoy a EFE que esa candidatura era en sí misma "un honor", por lo que la derrota no le sabe amarga.

Berger se tomó la ceremonia como "una gran fiesta" y apuntó poco antes de su inicio que su objetivo era disfrutar de ella y de esta "guinda del pastel" de un año en el que el largometraje no le ha dado sino satisfacciones.

"Blancanieves" (2012), su segunda cinta, fue la película española del 2012-13; logró diez Premios Goya de la Academia de Cine de los 18 a los que aspiraba en la edición del año pasado; representó a España en los Óscar de Hollywood 2013 y estuvo nominada ese año también a mejor película en los European Film Awards.

El filme competía en esta ocasión con "Blue Jasmine", de Woody Allen; "Django Unchained", de Quentin Tarantino; "La grande bellezza", de Paolo Sorrentino; "Gravity", de Alfonso Cuarón; "Dead Man Talking", de Patrick Ridremont, y "Alabama Monroe", de Félix Van Groeningen.

Cuando le comunicaron el nombre de sus contrincantes, según admitió en entrevista telefónica, le dio "un ataque de risa", con el que validó una vez más el tópico de que la nominación es un premio en sí.

Eso no quita que no guardara una mínima esperanza. "Soy de Bilbao y los de Bilbao somos un poco fanfarrones", bromeaba el director, ilusionado con la idea de que su cinta hubiera sido como "ese caballo que no es el favorito pero que va corriendo y puede ganar la carrera".

Pero haber estado nominado en ese país, según confesó, es especial: "Francia es sinónimo de cine. Necesitas su bendición. Es el centro del cine europeo, del cine mundial más arriesgado y personal. El oráculo. Que te acepten y digan que les ha gustado significa muchas cosas, como que la financiación de mi siguiente proyecto quizá sea más fácil".

La película es de hecho una coproducción hispano-francesa y ha registrado en Francia "uno de los mayores éxitos de taquilla y de ventas en DVD".

Con la candidatura y ese balance, según añadió, se demuestra que "el blanco y negro no es un veneno para la taquilla", y que el cine, en tanto que expresión artística, todavía tiene "muchas cosas que contar de diferentes maneras".

"Espero que películas como esa abran la puerta a más", indicó a EFE Berger, que tras un 2013 en el que la promoción de "Blancanieves" ha dividido su tiempo entre la carretera y el avión, este año ha regresado a la escritura, a "esa parte maravillosa de soñar despierto".

El director tiene entre manos un par de guiones que esbozó entre "Torremolinos 73" y su segunda cinta, y aunque no se ha decantado todavía por ninguno, su escenario "ideal" implica empezar a rodar el año que viene.

De momento, según confesó en la capital gala, su intención más inmediata es aprovechar al máximo la noche, y la oportunidad de ver de cerca a maestros como Roman Polanski, con siete nominaciones por "La Vénus à la fourrure".

"Es uno de mis dioses y probablemente el director de su generación más importante. Me encantaría saludarle o ponerme de rodillas y decirle que soy un gran admirador", señaló el director español, admirador confeso también de "grandes actrices de siempre" como Catherine Deneuve.