Paco Azorín dirige en el Festival Shakespeare un "Julio César" muy actual

  • El director teatral Paco Azorín dirige en el marco del X Festival Shakespeare un "Julio César" que considera es una obra de "total actualidad", a pesar de haber sido escrita hace 400 años.

Barcelona, 10 jun.- El director teatral Paco Azorín dirige en el marco del X Festival Shakespeare un "Julio César" que considera es una obra de "total actualidad", a pesar de haber sido escrita hace 400 años.

Azorín, que fue director del festival en sus inicios, ha comentado hoy en la presentación que en esta obra "ocho actores se dejan la piel en el escenario" porque, esencialmente, se trata de "un montaje de actores, en los que ellos tienen la primera y la última palabra".

Considera que habría sido una "necedad" montar un espectáculo grandilocuente y, de hecho, sobre el escenario sólo aparece un obelisco egipcio, "como símbolo del poder fálico masculino y metáfora de la capacidad de los imperios de apropiarse de lo ajeno".

"Julio César", que se estrenó en Murcia el pasado mes de mayo, se representará en el Teatro Romea barcelonés los días 11 y 12, antes de que se represente en el Festival de Mérida.

Se trata de un montaje sencillo, diáfano y claro, en el que a través de ocho actores se explica que había una persona, César, que acumulaba mucho poder y lo gestionaba dudosamente bien, y otras, como Bruto o Marco Antonio, que en pro de la libertad deciden acabar con él, resume el director.

En su opinión, "Julio César" podría haber sido escrita ayer, porque "habla de lo que nos está pasando hoy y aventura lo que nos puede pasar mañana".

Y añade que "la obra plantea preguntas y pocas respuestas y no entra en el debate de si la muerte de Julio César fue un magnicidio o un tiranicidio".

Al eliminar numerosos personajes del texto original, no cree Azorín que haya traicionado a Shakespeare, porque simplificar el texto en esos ocho personajes, todos masculinos, "supone un acercamiento a la obra en los temas importantes".

El vestuario incide en el aspecto castrense de la pieza y propone al público "cierta contemporaneidad atemporal, sin caer en un vestuario de traje y corbata".

Azorín ha elogiado el trabajo de traducción de Ángel Luis Pujante, quien "ha conseguido con la traducción escrita en verso que parezca que Shakespeare la hubiera escrito en castellano".

El actor y director Mario Gas, que interpreta a César, piensa que la obra da las suficientes pistas como para que sean coherentes ambas lecturas, el magnicidio y el tiranacidio, porque "posiblemente César era un dirigente populista con tendencia a la dictadura, pero seguramente también era un buen gobernante".

A su juicio, que sean posibles las dos lecturas no quiere decir que estemos en un punto medio, y recuerda que hay directores que se han decantado por una u otra: "Orson Welles se inspiró en el primer Mussolini para su montaje, mientras que la película de Mankiewicz está más en la línea de este montaje", explica.

Tristán Ulloa, que encarna a Bruto, ha confesado que con este proyecto encontró la revelación que estaba esperando para volver al teatro.

Cree Ulloa que "Bruto es un gran personaje, injustamente contado y comprendido por la historia, porque no se puede hablar de buenos y malos, puesto que la vida misma está llena de claroscuros, de grises".

Tanto Ulloa como Mario Gas coinciden en que "esta obra viene en el momento justo, parece escrita la semana pasada, tiene mucha vigencia e invita a la reflexión: no son tan diferentes los que hoy nos gobiernan, los tejemanejes que se producen en el senado romano nos resultan próximos".

Mientras que para Sergio Peris-Mencheta, que da vida a Marco Antonio, no resulta tan importante saber si es magnicidio o tiranicido, pues eso es, en su opinión, "un pretexto de Shakespeare para que el espectador se identifique con ese personaje que es César y nos brinda un espejo de la sociedad para poder pensar".

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