París explora el arte de Nueva Caledonia, en vías de autodeterminación

  • El Museo del Quai Branly de París inauguró hoy la exposición "Kanak. El arte es una palabra", que lanza una mirada histórica sobre la creación y la tradición autóctona en Nueva Caledonia, archipiélago francés en el suroeste del Océano Pacífico que celebrará un referéndum de autodeterminación entre 2014 y 2018.

Javier Albisu

París, 15 oct.- El Museo del Quai Branly de París inauguró hoy la exposición "Kanak. El arte es una palabra", que lanza una mirada histórica sobre la creación y la tradición autóctona en Nueva Caledonia, archipiélago francés en el suroeste del Océano Pacífico que celebrará un referéndum de autodeterminación entre 2014 y 2018.

La muestra, que reúne 320 obras y objetos y puede visitarse hasta el próximo 26 de enero a orillas del Sena, se inaugura en "un momento simbólico" de la relación entre la metrópoli y la colonia, dijo el lunes el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault en la presentación de la exposición.

Se anticipa a un período crucial para ese territorio francés, cuyos 232.000 habitantes -de los que unos 100.000 pertenecen a pueblos canacos- iniciarán en los próximos meses un proceso para definir su nuevo estatuto administrativo.

"Es muy importante que en el proceso histórico en el que estamos embarcados, esta cultura sea profundamente reconocida y valorada", agregó el jefe del Gobierno galo, en el museo y junto a cargos electos de Nueva Caledonia.

El próximo año, ese archipiélago al que el explorador inglés James Cook bautizó "New Caledonia" en 1774 y que fue proclamado colonia francesa en 1853, celebrará elecciones provinciales.

A partir de esos comicios se formará el congreso que debe fijar la fecha para el referéndum de autodeterminación, siguiendo la hoja de ruta firmada en 1998 en el acuerdo de Noumea, la capital, en el que se estableció la transferencia de todos los poderes desde París entre 2014 y 2018.

La exposición de París, que se extiende por 2.000 metros cuadrados en ese fascinante museo dedicado a las artes primitivas, pretende acercar a los ciudadanos franceses la historia de unos cientos de miles de compatriotas que viven a más de 16.500 kilómetros de distancia de la capital.

Para ello, recupera "objetos que no tenían la vocación de ser conservados" pues la cultura canaca no tiene alfabeto propio ni usanza literaria y vehicula su creación y su historia a través de la tradición oral, explicó el comisario de la muestra, Emmanuel Kasarhérou.

El propio término "kanak", tiene un patente cariz simbólico pues es la evolución de la grafía que tomó la palabra canaco, utilizada otrora de manera peyorativa. Desde 1970 el vocablo "kanak" se revalorizó para representar "el emblema de las reivindicaciones políticas de los pueblos autóctonos de Nueva Caledonia", según el análisis del director del Museo Quai Branly, Stéphane Martin.

El recorrido museístico se inicia con una introducción a la organización tribal y arquitectónica de los canacos y avanza hacia su imaginario, sus ritos y expresiones artísticas a través de objetos como cetros de poder, tallas de madera o "máscaras de duelo", elaboradas con pelo y barba de los nativos.

A mitad de la exposición, que viajará a Noumea en marzo de 2014, la muestra se lanza sobre la imagen "propagandística" que se arrojó sobre los nativos de Nueva Caledonia, ridiculizados en ilustraciones de los periódicos metropolitanos del siglo XIX o asociados a la violencia y el canibalismo, una práctica mucho más limitada de lo que se daba a entender en aquellos "diarios de viajes".

En la última sala del recorrido se destaca la figura de Jean-Marie Tjibaou, primer presidente del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS) que defendió la independencia de ese territorio respecto a Francia y quien en 1975 organizó el festival Mélanésia 2000, el primero concebido para "redescubrir" la identidad y las artes de su tierra natal.

Partidario de un combate no violento por la independencia de Nueva Caledonia y artífice en 1988 de los Acuerdos de Matignon, que fueron acercando la ahora inminente autodeterminación, Tjibaou murió asesinado el 4 de mayo de 1989 a manos de un independentista decepcionado con el resultado de la negociación política con París.

Su viuda, Marie-Claude Tjibaou, acudió a la inauguración de la exposición junto con el primer ministro francés.

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