Pedroche ante las críticas: "Que digan lo que quieran, estamos en un país libre"

Le pese a quien le pese, Cristina Pedroche ha vuelto a ser la reina de la Nochevieja. La presentadora de Atresmedia sorprendió de nuevo a los espectadores con un bikini de flores con falda de tul para presentar las Campanadas. Un look sobre el que había un gran misterio y que se dio a conocer minutos antes de que acabara 2018, si bien todavía este jueves 3 de enero seguimos hablando de él.

Porque la de Vallecas ha ido un paso más lejos este año al mostrar su cuerpo con sostén y culotte, creados expresamente para ella por la firma catalana Tot-Hom, que se inspiró en la naturaleza para dar forma a este traje. No obstante, lo que Cristina entendía como una forma de arte y de expresión visual, otros lo vieron como mero exhibicionismo. De ahí que nada más acabar las Campanadas le llovieran las críticas vía redes sociales.

En concreto, los comentarios señalaban que con ese estilismo contribuía a la cosificación de la mujer, dando un paso atrás en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Sobre todo fue la causa feminista la que más se empleó para arremeter contra la presentadora, que siempre ha defendido su libertad como mujer para ponerse lo que quiera.

Algo que reiteró este miércoles en su programa en Cuatro, 'Zapeando', donde hizo frente públicamente por primera vez tras la resaca de las Campanadas a estos comentarios. En primer lugar, Cristina quiso dar las gracias a la audiencia que les acompañó el pasado día 31, ya que Antena 3 logró un récord de audiencia histórico: el mejor dato de una privada para despedir el año.

La presentadora señaló que estaba muy nerviosa por desvelar el vestido "porque hay mucha gente detrás que está trabajando para que todo salga bien y sientes mucha responsabilidad". Si bien ella ya contaba con que "se iba a liar la que se ha liado, ya que siempre ocurre lo mismo". "Yo formo parte de esto y sé cómo va todo", aseguró.

Cristina reveló que está igual de contenta que el día 31 y que se queda con la calidad de la gente que les ve y con el cariño de las personas que recibe por la calle. Y, sobre todo, defendió su libertad para ponerse lo que quiera. "No me voy a quedar con cuatro comentarios malos en Instagram. Son libres de decir lo que quieran, igual que yo soy libre de ponerme lo que quiera porque vivimos en un país libre".

Aunque la de Vallecas sabe defenderse sola perfectamente, su marido, el chef David Muñoz, también ha sacado la cara por ella con varios mensajes en sus cuentas en redes sociales donde le dice que es "muy muy grande" y que lo que hace es "vanguardia sobre las reglas establecidas". Además, le anima a seguir siendo como es y haciendo lo que le gusta.