Perera logra un triunfo por capacidad y mando en Albacete

Albacete, 11 sep.- El diestro Miguel Ángel Perera logró hoy en Albacete un sincero triunfo de dos orejas gracias a una faena de capacidad y mando ante el toro menos malo de un descastado y pésimo encierro de Fuente Ymbro, con el que Juan Serrano "Finito de Córdoba" y Alejandro Talavante se fueron de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, descastados y deslucidos. El único que medio sirvió, el quinto, y fue más por la capacidad y técnica del torero que por su propio fondo. El resto, pitados en el arrastre.

Juan Serrano "Finito de Córdoba": dos pinchazos, media tendida y descabello (pitos); y estocada (silencio).

Miguel Ángel Perera: media (palmas); y estocada ligeramente caída (dos orejas).

Alejandro Talavante: pinchazo y estocada (silencio); y tres pinchazos y metisaca (silencio).

Al finalizar al festejo, Miguel Ángel Perera fue atendido en la enfermería de "contusión en la zona costal derecha y varios varetazos en región abdominal, de pronóstico reservado". Trasladado al sanatorio Santa Cristina de Albacete para estudio radiológico y "tac" abdominal, lo que le impidió salir a hombros de la plaza.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde agradable.

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PERERA SE INVENTA EL TRIUNFO

Finito de Córdoba pasó de puntillas por Albacete. Con su primero no pasó de los detalles sueltos, atascándose además con los aceros, y con el cuarto optó por abreviar, ya que el toro no ofreció nada potable.

Perera anduvo firme y esforzado con su muy complicado primero, que no regaló ni una sola embestida franca, todo lo contrario, estuvo más pendiente de defenderse y desarrollar sentido que de entregarse a una muleta poderosa que, esta vez, no pudo imponerse a tanta adversidad.

El quinto fue el toro menos malo del envío, y aquí se vio una buena versión capotera de Perera, que brilló sobre todo en un quite por gaoneras. La faena de muleta estuvo presidida por la técnica, el mando y el gobierno del pacense ante un astado al que él hizo bueno, ya que manseó también lo suyo durante varias fases de la lidia.

Al entrar a matar resultó prendido por el fajín en unos segundos de verdadera angustia, aunque, milagrosamente, se escapó de la cornada. El toro rodó a la primera y fueron para él las dos orejas, premio a la capacidad mostrada.

Talavante tuvo en primer lugar un toro que rehuyó la pelea de principio a fin, muy descastado, sin apenas nada dentro, con el que el extremeño apenas se dio coba ante la imposibilidad de armar faena. En el sexto, más de lo mismo. Otro toro desfondado y sin posibilidades con el que Talavante anduvo breve tras unas ligeras probaturas. Aquí falló también el hombre con la espada.