Peretjatko refleja la parálisis de la sociedad en "La Chica del 14 de Julio"

  • El director de cine Antonin Peretjatko refleja la parálisis de la sociedad actual en su primer largometraje "La Chica del 14 de Julio", una comedia burlesca, que discurre entre el caos provocado por el gobierno francés al decidir acortar las vacaciones de verano para atajar la crisis económica.

Barcelona, 16 jul.- El director de cine Antonin Peretjatko refleja la parálisis de la sociedad actual en su primer largometraje "La Chica del 14 de Julio", una comedia burlesca, que discurre entre el caos provocado por el gobierno francés al decidir acortar las vacaciones de verano para atajar la crisis económica.

La película, que se estrena en España el próximo viernes, refleja, con una estética muy francesa y un estilo paródico, la situación económica en la actual Europa, "en la que hoy no se sabe quién dirige o tiene el poder, porque está todo muy diluido, y en donde quien manda realmente es el sistema internacional financiero", según ha explicado su director en Barcelona.

"La Chica del 14 de julio", avalada por dos nominaciones a los premios César (Mejor Actor Revelación y Mejor Ópera Prima) llega a España tras su paso por la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, y por el Festival de Cine Europeo de Sevilla, acompañada de críticas que la señalan como "un regreso a la Nouvelle Vague con toques Mumblecore".

El filme, divertido, ágil y desenfadado, pero con un trasfondo de desesperación y una clara influencia del "slapstick" del cine mudo, arranca con imágenes reales de la conmemoración del 14 de julio en París de dos años distintos.

Uno de los actos lo preside el entonces presidente Nicolas Sarkozy y el otro, el actual presidente, Francois Hollande, época en la que se ubica la acción, con un protocolo idéntico y un escenario calcado, lo que para Peretjatko "es la prueba de que la República no cambia, sino que sólo lo hacen las personas, y que nada se mueve".

Sobre la influencia del cine mudo, ha reconocido que ha sido algo inconsciente que descubrió al montar la película, y que ha vivido lo que el director de cine Orson Welles decía a su alumnos: "hay que ver todas las películas antes de empezar a hacer cine, luego dejar de hacerlo, y tener confianza en el inconsciente que te dirige".

La historia, que también es un retrato de cómo viven los jóvenes en medio de esta crisis, cuenta cómo el 14 de julio, aniversario de la toma de la Bastilla en Francia, Héctor (Grégoire Tachnakian), que trabaja de vigilante del Louvre, se enamora de Truquette (Vimala Pons), una vendedora de guillotinas en miniatura con la que se cruza en el museo parisino.

Para que pueda ligarse a la chica que le ha robado el corazón en el Louvre, su amigo Pator (Vincent Macaigne) le propone ir juntos de vacaciones a la playa acompañados de su amiga Charlotte (Marie-Lorna Vaconsin), y de Truquette, compañera de piso de la primera.

En los 88 minutos del filme se cuenta lo difícil que es ir a contracorriente de la sociedad, con unos protagonistas que recorren Francia en un verano que apenas dura unos días, contrarios al materialismo imperante y valorando el amor por encima de todo.

Según el director francés, los personajes podrían ser los mismos en otros países de Europa, "porque es el reflejo de un mundo dispuesto a tremendos cambios que está sin rebelarse, y al que desde el inicio se les dice que despierten, no solo en política, sino también el la cultura y en el arte".

Añade Peretjatko que "actualmente el problema es que la sociedad, y en concreto los franceses, quieren a alguien que lo haga, a un jefe o a un poder político que sea fuerte y los despierte, y quizá es esto lo que explica que la extrema derecha sea hoy tan fuerte en Francia".

El director no esconde lo difícil que le ha sido abrirse camino en el cine al ser de origen humilde y nieto de inmigrantes ucranianos, mientras "en París el cine es el deporte de los ricos", y en Francia las relaciones son importantes para todo.

Antonin Peretjatko empezó a rodar en súper 8 sus primeras películas, para pasar después a 16 y 35mm al salir de la escuela Louis Lumière. Así rodó "Changement de trottoir" y "French Kiss", preseleccionadas a los Premios César en 2004 y 2005, hasta llegar a su primer largometraje, rodado en digital.

El director francés está actualmente inmerso en el proyecto de una segunda película que tiene previsto rodar el año que viene en la Guayana Francesa, "una comedia que criticará la colonización francesa", según advierte Peretjatko.

Mostrar comentarios