Personajes de cómic, manga y videojuego toman Madrid

Celia Sierra

Madrid, 2 dic.- Mucho esfuerzo, imaginación y nada de vergüenza. Estos son los ingredientes para que una persona de a pie se convierta en su personaje de manga, cómic o videojuego favorito, y participe en un concurso de "cosplay" como el celebrado hoy en Madrid, con motivo de la última jornada de Expocómic.

Superhéroes como Batman y Robin, representantes de distintas generaciones de "X-Men", protagonistas del videojuego "Assasin's Creed" o de "Fullmetal Alchemist" (manga) han tomado hoy el recinto del Matadero de Madrid con motivo de este concurso y han demostrado que cualquiera puede convertirse en un superhéroe si lo intenta de verdad.

Concursantes, la mayoría adolescentes como Ana quien, disfrazada de Hiedra Venenosa -enemiga de Batman- ha comentado a Efe que ha tardado "varias semanas" en rematar su traje, compuesto por una pieza de bañador hecha de hiedra, medias, capa y una peluca rojiza, que ha aderezado con multitud de flores y brillantina.

Y es que los detalles "son lo más importante", y suelen estar plagados de referencias que se escapan a los poco entendidos, según señala una madre que ha acompañado a su hija al concurso, disfrazada de "troll" de la serie "Homestuck", a la que ayudaba dándole laca en la peluca para que el pelo se mantuviera de punta.

La mayoría de los participantes vienen solos y vestidos desde casa, aportando así su peculiar dosis de espectáculo al resto de los pasajeros, y sin un ápice de vergüenza por ir un día de domingo ataviados con espadas, alas, botas y melenas de mágicos y lejanos mundos, en sus personajes de superhéroes, guerreros y princesas.

Saben que al llegar a la feria, los raros son los que van vestidos de calle. Muchos aprovechan para rematar el traje en el propio recinto, como el caso de Ángel de "X-Men", con unas alas de tres metros, y que no ha podido subir al escenario del concurso por falta de espacio.

El jurado no solo valora los trajes, todos hechos íntegramente a mano, sino que los concursantes, o "cosplayers", deben acompañar su aparición con una coreografía o una actuación, y cuanto más imaginación y "acting", mejor.

Así, el "cosplay" ganador de la categoría de grupo, en el que participaban Batman, Robin y todos sus enemigos (Dos caras, Jocker, Espantapájaros, Pingüino, Catwoman y Hiedra Venenosa) ha presentado una actuación -de no más de 3 minutos- en los que Batwoman era la que finalmente salvaba a Batman, aunque él finalmente volvía a casa en brazos de Robin.

El concurso ha durado toda la mañana y ha provocado que en el recinto de Matadero se mezclaran los jóvenes "cosplayers" y sus trajes, con coleccionistas y aficionados con camisetas en las que se podía leer "Hay manga después de los 40", junto a los visitantes que cada fin de semana se acercan a Matadero a pasear por sus instalaciones y visitar sus exposiciones.

"Manoli, hazle una foto que esto está mejor", le comentaba un longevo visitante a su mujer, mientras señalaba a un joven disfrazado de Hank McCoy, el superhéroe azul de Marvel, que charlaba amistosamente con una heroína de manga ataviada con un diminuto vestido.

A pocas horas del cierre hoy, un portavoz de la organización ha señalado que, aunque todavía no tienen cifras oficiales, "están contentos" con el desarrollo de esta edición -Expocómic se celebra desde 1996-, pero no confían en superar los visitantes del año pasado.

La principal causa ha sido el cambio, con una semana de antelación, de la ubicación habitual de la feria, el Pabellón de Cristal de Casa de Campo, cerrado preventivamente por el Ayuntamiento de Madrid a consecuencia de los sucesos del Madrid Arena.

Si antes esta ubicación agrupaba todas las exposiciones y expositores en un solo pabellón, la cita madrileña con el cómic se ha visto ahora dispersa en las distintas naves del Matadero, aunque esta dispersión no ha quitado entusiasmo a los apasionados "cosplayers".

Durante la tarde de hoy, Expocómic continuará las actividades con un taller de dominio de varitas mágicas, un trivial para frikis, una sesión musical a cargo de un DJ, y un concurso de karaoke que cerrará la programación.