Peta alienta a los ayuntamientos a cambiar los toros por pelotas gigantes en los encierros


La organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) animó este viernes a cambiar los toros por pelotas gigantes de poliestireno en los encierros, como ocurrió este verano en Mataelpino (Madrid), y mostró su disposición a pagar a las corporaciones locales para proporcionar este material.
PETA hizo esta propuesta a través de una carta dirigida a alcaldes españoles y portugueses, después de que dos corredores murieran en un encierro nocturno en Moita (Portugal), a unos 50 kilómetros al sureste de Lisboa, y de que el ‘Boloencierro’ de Matalpino haya supuesto un incremento en el turismo de este municipio gracias a este “evento familiar” que brinda “diversión compasiva” a participantes que huyen de pelotas gigantes.
Por ello, se ofrece a los ayuntamientos españoles y portugueses a proporcionar “pelotas gigantes pintadas para semejar toros”, según informó PETA en un comunicado.
La directora de PETA, Mimi Bekhechi, señaló que “el divertido y familiar ‘Boloencierro’ de Mataelpino ha encajado perfectamente en un mundo que se opone más que nunca a las corridas de toros”.
“El lema de PETA dice, en parte, que ‘los animales no son nuestros para utilizarlos para el entretenimiento’”, indico Bekhechi, quien calificó de “juego justo” sustituir los encierros con toros por pelotas gigantes.
BOLAS PEQUEÑAS PARA NIÑOS
Esta organización subrayó que varias personas son corneadas y pisoteadas anualmente mientras corren con los toros. Así, el turista australiano Jason Gilbert fue corneado gravemente durante un encierro en Pamplona este año “y casi murió”, desde lo cual se ha pronunciado en contra de estos encierros.
“Las pelotas de 125 kilos utilizadas en Mataelpino pueden ganar gran velocidad, no existe riesgo de cornear a los participantes y versiones más pequeñas de las bolas incluso son idóneas para los niños”, apostilló PETA en la carta.
PETA recalcó que los toros acaban “asesinados” en un coso tras los encierros. “En la plaza, un toro es apuñalado por una variedad de lanzas, puntas y dagas, provocándole un tremendo dolor y la pérdida de sangre, hasta que finalmente el matador encaja una espada en el agotado animal”, indicó.
Señaló que “las corridas de toros han ido en descenso durante años, con la disminución de la asistencia y con el cierre de plazas de toros en países donde todavía se permiten” y recordó que están prohibidas en Cataluña desde 2012.

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