Picasso invita a su Museo de Málaga a su familia intelectual de París

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 25 oct.- Pablo Picasso dejó en Barcelona a sus familiares más cercanos y viajó a París, donde encontró a su otra familia, la intelectual, un grupo de artistas que tuvieron en común el rechazo inicial a su obra y que ahora han sido invitados a la nueva exposición temporal del Museo Picasso de Málaga.

De forma excepcional, las salas de la colección permanente, dedicadas exclusivamente al artista malagueño, dan cabida a once piezas de Cézanne, Courbet, Degas, Gris, Julio González, Ingres, Manet, Matisse, Renoir, Rodin y el taller de Fidias, para confrontarlas con las obras de Picasso.

"Aquel joven inquieto e insatisfecho estética y culturalmente, que salió de Málaga y llegó a la Barcelona del cambio de siglo, decidió irse adonde iban todos aquellos que querían crecer y pensaban que el tiempo nuevo estaba en otro lugar, que era París", ha afirmado hoy en rueda de prensa José Lebrero, director artístico del Museo Picasso, que celebra estos días su décimo aniversario.

Era la ciudad en la que Rodin tuvo que pagarse de su bolsillo una exposición de su obra, "porque el orden canónico del arte lo rechazaba", o donde Picasso y Cézanne se cruzaron "al ir a comprar pinceles a la misma tienda".

El malagueño descubrió en el Louvre las obras de los artistas de los que le habían hablado y aprendió junto a Julio González técnicas de soldadura que después emplearía.

Con otros, como Matisse, estableció "una alianza y al mismo tiempo una competición", y de hecho se recuerda cómo al morir éste Picasso "sintió un gran dolor por haber perdido a su gran competidor", ha resaltado Lebrero.

París fue además donde Gris descubrió y compartió el cubismo con Picasso; donde otro artista inicialmente despreciado, Degas, conoció las noches en los teatros; donde Ingres tuvo también dificultades para integrarse en el sistema artístico, y donde Manet ayudaría a las jóvenes generaciones a construir un nuevo discurso.

Picasso se convertiría en 1971 en el primer artista vivo en exponer en el Louvre, pero mucho tiempo antes, en los años 40, el director de este museo le preguntó si le gustaría ver sus obras junto a las de los grandes maestros, a lo que el malagueño replicó llevando un cuadro suyo y colocándolo junto a otro de Ingres.

Hoy, día en el que Picasso celebraría su 132 cumpleaños, se cumple ese deseo, aunque en el Museo de Málaga, donde están juntos, por ejemplo, "El hombre de la nariz rota", que Rodin modeló en 1865, y el "Picador con la nariz rota" (1903) del malagueño, que se inspiró en aquella obra.

También se confrontan las "Tres bañistas" de Cézanne (1874-1875) con la "Bañista" que Picasso crearía en las postrimerías de su vida, en 1971, o el "Júpiter y Antíope" (1851) de Ingres con el "Susana y los ancianos" (1955) de Picasso.

Estas obras, que permanecerán instaladas en Málaga hasta el próximo 23 de febrero, han sido prestadas por instituciones parisinas como el Museo del Louvre, el Centro Pompidou, el Museo de la Orangerie, el Museo de Orsay o el Petit Palais, y ha contado con la colaboración de la Dirección General de Patrimonio y el Servicio de Museos de Francia.

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