Pinamonti pone a Lima y del Arco a tonificar las convenciones de la Zarzuela

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 2 dic.- El Teatro de la Zarzuela quiere tonificar el género, ganar en calidad y "reorientarse" pero sin someterse ni a la dictadura de lo contemporáneo ni al yugo de la tradición, y para ello contará con creadores como Andrés Lima y Miguel Ángel del Arco y de músicos como Rafael Frühbek de Burgos o Alan Curtis.

El nuevo director de este teatro público, Paolo Pinamonti (Venecia, 1958), que relevó en octubre a Luis Olmos, ha explicado hoy en rueda de prensa que en su "reto y obligación" de "búsqueda de la excelencia" quiere envolver a artistas "de primera línea".

"La suerte del teatro lírico está conectada con la renovación de su dimensión escénica. La zarzuela es, esencialmente, teatro y, a diferencia de la ópera, el texto es vital", ha asegurado el que ha sido director artístico del Teatro La Fenice de Venecia y del Teatro Nacional São Carlos, de Lisboa.

"He propuesto su redefinición dramatúrgica para garantizar su supervivencia, y, en este momento en el que los directores de escena españoles jóvenes son los más interesantes de Europa, ya he acordado la colaboración con Andrés Lima (Animalario), Miguel Ángel del Arco ("La función por hacer") e Ignacio García ("La Roca")", los tres con amplios conocimientos musicales", ha anunciado.

"Lo más delicado es asumir las convenciones y no someterse a la dictadura de la contemporaneidad", ha recalcado.

Le tiene "mucho cariño" al público actual del teatro: "Pide bises, hace comentarios... No me gustaría que la sala se convirtiera en un museo, pero también quiero abrirlo a lo contemporáneo", a los mismos jóvenes que "abarrotan" los teatros de La Abadía o el Valle Inclán en Madrid.

La difusión nacional e internacional del género es otro de sus objetivos porque, argumenta, como extranjero le parece "incomprensible" que en "toda Europa" se interprete opereta de autores como Offenbach o Gilbert y Sullivan y que Chapí, Bretón o Chueca "salgan con muchas dificultades de España".

Por eso se ha empeñado en crear una red "estructural" de coproducciones, en la que se enmarca la acordada con el Liceo para recuperar títulos "importantes" y hacer "el camino inverso que emprendió a España Offenbach hace 140 años".

"Se trata de hacer producciones más ágiles para tiempos presupuestarios difíciles", ha resumido.

En su propósito de búsqueda de la excelencia, Pinamonti ya ha "involucrado" a músicos como Rafael Frühbek de Burgos o Alan Curtis, que serán invitados a dirigir, al estilo de lo que se hace en el Teatro Real, a partir de la próxima temporada.

El teatro no tiene una orquesta estable -se alternan la Sinfónica de Madrid (OSM) y la de la Comunidad de Madrid (ORCAM)- y "así seguirá", por eso Cristóbal Soler continuará siendo su director musical para ocuparse, entre otras misiones, de acompañar a los invitados en los ensayos y de las ediciones de las partituras.

Quiere también recuperar y ampliar el repertorio lírico español -más de 9.000 partituras en España y 2.000 en Iberoamérica- pero no como "mera curiosidad" musicóloga sino porque "hay verdaderos tesoros escondidos".

En la "reorientación" del teatro, Pinamonti colaborará con el Ballet Nacional de España (BNE) y la Compañía Nacional de Danza (CND), de forma que en cada temporada "podría ser que hubiera 5 zarzuelas u obras líricas y 3 producciones de danza".

El italiano, que ha dirigido el Festival Mozart de A Coruña y el Festival de Música sacra del Baixo Alentejo pretende además crear "una academia de interpretación" de zarzuela, porque, arguye, el género "sólo se podrá conservar si se abre a las nuevas generaciones de intérpretes y se les transmiten los pequeños secretos del oficio".

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