Recrean en Londres el estudio mallorquín del pintor Joan Miró

  • La luz de Londres no es la de Mallorca, pero el estudio que el pintor español Joan Miró tenía en el soleado archipiélago mediterráneo resplandece en la galería de arte de la capital británica que acaba de reconstruirlo al detalle.

Los muebles y objetos que acompañaron al pintor surrealista en su trabajo diario han sido reproducidos al detalle por Mayoral, una galería de Barcelona que se ha instalado para la ocasión en Great Duke Street.

Veinticinco cuadros del pintor completan la escena recreada con motivo del 60º aniversario de la construcción de aquel taller que tuvo una gran importancia en la carrera de Miró (1893-1983), nacido en Barcelona y muerto en Mallorca, su lugar en el mundo, donde se puede visitar el taller original, ubicado en la bahía de Palma, frente al mar.

"El estudio ofreció a Miró un ambiente de trabajo apropiado. Cuando cerraba la puerta tras él, sabía que cortaba todo contacto con el mundo y entraba en su universo imaginario", recordó su nieto, Joan Punyet Miró, que correteaba en el taller y que a veces reencontraba ahí juguetes suyos que creía perdidos porque su abuelo había visto en ellos algún motivo de inspiración.

"Ese espacio imaginario", prosiguió Punyet, "su realidad, estaba organizada sobre un fondo de luces, colores y formas mediterráneas".

Miró había dicho en 1938: "mi sueño, una vez pueda establecerme en algún sitio, es tener un gran estudio". Para entonces, el pintor vivía en Barcelona tras su etapa parisina, en la que entabló una duradera amistad con Pablo Picasso.

España se encontraba en plena Guerra Civil y, a su término, con la victoria de Francisco Franco y el establecimiento de la dictadura, otro gran amigo suyo, el arquitecto Josep Lluis Sert, había partido al exilio, a Nueva York.

Miró y Sert se habían conocido en 1932 y desde entonces habían ido tejiendo vínculos personales y profesionales. En 1937, Sert proyectó el Pabellón de la República Española para la Exposición Universal de París, un pabellón cargado de significado político, para el que Miró pintó un óleo de gran formato, "El segador", y Picasso pintó el "Guernica".

En el año 1956, Miró se instala definitivamente en Mallorca tras haber vivido en varios lugares de Francia y España. Ahora quiere que Sert, un discípulo de Le Corbusier, dé forma a su sueño.

"Miró quería mucho a Sert y deseaba pedirle que diseñara el estudio, pero es muy discreto y tímido y no quería molestarle. Fue su esposa, Pilar, la que tomó la iniciativa y escribió a Sert, que aceptó sin pensárselo", narró Diana Jové, de la galería Mayoral.

Las cartas entre el arquitecto y el pintor pueden verse en la instalación de la galería Mayoral, y otros objetos de interés aparte de los cuadros, como una copia de un sol hecho de paja. Este objeto de artesanía gustó tanto a Miró y a sus amigos, que Picasso y el escultor Alexander Calder lo tenían también en sus talleres.

El estudio se abrirá al público el 21 de enero, hasta el 12 de febrero, y luego viajará a Nueva York (3-8 marzo). La idea

"Nuestro objetivo era hacer una exposición fuera de lo convencional, con una historia original. Hemos seleccionado 25 obras de mucha calidad, es un proyecto muy museístico", concluyó Jové.

al.zm

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