Plácido Domingo se reivindica como director con la épica de El Cid

  • Plácido Domingo ha empuñado la batuta para reivindicarse como director con la música épica de El Cid, de Jules Massenet, la ópera en versión concierto con la que el Palau de les Arts de Valencia cierra su temporada 2011-2012, la sexta desde que comenzó su actividad regular.

Valencia, 24 abr.- Plácido Domingo ha empuñado la batuta para reivindicarse como director con la música épica de El Cid, de Jules Massenet, la ópera en versión concierto con la que el Palau de les Arts de Valencia cierra su temporada 2011-2012, la sexta desde que comenzó su actividad regular.

Al frente de la Orquesta de la Comunitat Valenciana, Plácido Domingo puso intensidad y brillantez a una música que combina los aires marciales, las fanfarrias y las melodías de origen hispano (plasmadas en las tres danzas del acto segundo) dentro de una historia medieval en la que se mezclan a partes iguales valor, honor, venganza y patriotismo con amor y reconciliación.

Plácido Domingo impuso un ritmo sosegado para explorar todas las posibilidades de una partitura que conoce bien, ya que ha sido el principal valedor de esta ópera, que fue muy popular a finales del siglo XIX y que prácticamente cayó en el olvido en el siglo XX.

La práctica totalidad de representaciones de El Cid que se han realizado en el siglo XX han tenido a Plácido Domingo como principal valedor, ya que las ha protagonizado como cantante o director, y que ahora ha vuelto a poner en cartel en Valencia coincidiendo con el centenario de la muerte del compositor, el francés Jules Massenet.

Al final de la obra, Plácido Domingo recibió, además del reconocimiento del público, los aplausos de los músicos de la Orquesta de La Comunitat Valenciana, mientras estudia la reciente oferta de hacerse cargo de la dirección musical del Palau de les Arts a partir de 2014.

Basada en la tragedia homónima de Pierre Corneille y en "Las mocedades de El Cid" de Guillén de Castro, El Cid es una ópera en cuatro actos, que en esta versión para concierto Plácido Domingo ha agrupado en dos, prácticamente sin solución de continuidad.

Narra la historia de Rodrigo (El Cid), un caballero medieval que, para defender el honor de su padre (Don Diego), tiene que matar en duelo al padre de su prometida, Jimena, quien exige justicia por esta muerte ("ni piedad, ni perdón"). La victoria de Rodrigo sobre los moros (con la ayuda de Santiago Apóstol) permitirá la reconciliación de los dos protagonistas.

Excelentes han sido las intervenciones del tenor Jorge de León, pletórico y vigoroso en su papel de Rodrigo, y de la soprano Liudmila Monastirska (Jimena), que en su primera intervención en el Palau de les Arts asombró por su poderío vocal, tanto en sus registros agudos como bajos.

El tinerfeño Jorge de León, que acaba de representar el papel de Cavaradossi en la ópera Tosca en este mismo coliseo, alcanzó su cenit con el aria "Ah, todo ha terminado..." del tercer acto.

De gesto impertérrito, la ucraniana Liudmila Monastirska también obtuvo el reconocimiento del público con "Llorad, llorad mis ojos", el aria con la que se inicia el tercer acto.

Destacada también fue la intervención del bajo chino Hao Jiang Tian, que realizó una portentosa interpretación de don Diego, un papel con muchas dificultades vocales.

El Coro de la Generalitat, dirigido por Francesc Perales, volvió a tener una destacada intervención, que permitió elevar el tono épico de esta historia.

Con un concierto sinfónico, Plácido Domingo cerrará el jueves 26 de abril su apretada agenda de actuaciones en el Palau de les Arts, ya que en algo más de un mes ha interpretado el papel de Athanael en Thaïs, de Jules Massenet; y ha dirigido Tosca, de Giocomo Puccini, y El Cid, también de Massenet.

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