¿Podría "Doctor Zhivago" rodarse hoy en España?

  • Hubo un tiempo en el que España se convirtió en el plató de las producciones más caras de Hollywood, desde "Doctor Zhivago" a "La caída del imperio romano"; ahora, cuando otros países ofrecen mejores incentivos fiscales y mano de obra más barata, España intenta volver a ser un atractivo plató.

Mateo Sancho Cardiel

Madrid, 6 oct.- Hubo un tiempo en el que España se convirtió en el plató de las producciones más caras de Hollywood, desde "Doctor Zhivago" a "La caída del imperio romano"; ahora, cuando otros países ofrecen mejores incentivos fiscales y mano de obra más barata, España intenta volver a ser un atractivo plató.

En los últimos años, películas como "El príncipe de Persia" o "Las crónicas de Narnia" pensaron en España como escenario para recrear sus mundos reales o imaginarios.

La riqueza de paisajes separados por distancias relativamente cortas seguía como en los tiempos del gran productor Samuel Bronston. Pero las condiciones no eran las mismas.

Ahora que las películas del Oeste han pasado de Almería a Marruecos y los paisajes nevados se buscan en Europa del Este, la Asociación de Profesionales de la Producción Audiovisual (APPA), reivindica que se vuelva a facilitar, mediante incentivos fiscales, el desembarco de grandes producciones en territorio español.

"Por cada película que viene hay dos o tres que perdemos", explica a Efe el presidente de esta asociación, Fernando Victoria de Lecea, quien recuerda que técnicos célebres del cine español como Gil Parrondo se curtieron en esas producciones que llegaban a España en busca de unos exteriores buenos, bonitos y baratos, como "Orgullo y pasión", en la que Parrando firmó su dirección artística, o "Patton", que le reportó un Óscar.

En la producción ejecutiva, el beneficio es doble, tanto por el dinero que revierte en el país como la oportunidad que supone para los técnicos españoles, pues no hay que cargar con el 20% del presupuesto de la película, como exige el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (ICAA) para calificar una película de coproducción española.

"Nuestros técnicos, conocidos por su calidad en todo el mundo, encuentran en estas producciones oportunidades que el cine español no les puede ofrecer", asevera el productor, que añade que disciplinas tan concretas como la de especialistas en caballos tienen a sus mejores profesionales en España.

Desde la Siberia que relataba Boris Pasternak filmada entre Madrid y Huesca en "Doctor Zhivago" al desierto de "Lawrence de Arabia" en Andalucía, España sigue teniendo la materia prima. Faltan unas condiciones favorables y, por qué no, un nuevo Samuel Bronston, quien construyó en Las Matas (Madrid) el decorado más fastuoso hasta la fecha para "La caída del imperio romano".

"La industria estadounidense, que aunque está en el libre mercado es la más proteccionista de todas, fue la que inventó los incentivos fiscales. Nacieron en los 90, cuando el estado de Luisiana se promocionó como lugar de rodaje con condiciones mucho más ventajosas que las de Los Ángeles o Nueva York", asegura.

Productor de películas como "Malas temporadas" o "No habrá paz para los malvados", Victoria de Lecea quiere que se entienda que, aunque luego el éxito de taquilla no revierta en la industria del cine español directamente, sí queda dinero en el país por los servicios de producción prestados.

Pone como ejemplo su experiencia en "Noche y día", con Tom Cruise y Cameron Díaz que se rodó en Andalucía. "Contratamos 500 técnicos, 5.000 figurantes, todos españoles, 200 líneas de teléfono y 50 coches", explica, y añade el dato de que en Alicante, donde están los estudios Ciudad de la Luz, por cada 15 euros invertidos se recuperan 85.

Las coproducciones no siempre hacen recuperar el dinero invertido, aunque Victoria de Lecea pone de ejemplo impecable "Astérix y los Juegos Olímpicos", una colaboración entre Francia, Italia, Alemania y España, que puso un total de 20 millones de euros, pero luego se consumieron, por ejemplo, 55.000 noches de hotel para todo el equipo.

La producción ejecutiva es una manera de ampliar la relación inversión-beneficios.

"Hay que cambiar la ley de impuestos de sociedades", explica quien ha llamado a las puertas de los Ministerios de Hacienda, Industria y Economía y que en el pasado Festival de San Sebastián presentaba ante la directora general del ICAA, Susana de la Sierra, su voluntad de explotar este nicho económico, que no es incompatible con la producción propia ni con la coproducción.

Pero como mancha en ese expediente queda "El imperio del sol", la película de Steven Spielberg cuyo rodaje fue recibido como el maná en una España humilde de los años 80 y no dejó ningún tipo de rentabilidad.

"Tenemos que ser buenos profesionales y no permitir que los rodajes arrasen las ciudades, que no se especule con los precios que se cobran, como sucedió en Almería con el 'boom' del spaghetti-western, y ser serios", concluye Victoria de Lecea.

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