Plensa, Premio Velázquez, aboga por la poesía para una sociedad más ética

  • En un momento de tanta rigidez en la política, de tanta superficialidad en la cultura y de tanta codicia en la economía, "el arte y la poesía son mas necesarios que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de comportamiento", destacó hoy Jaume Plensa al recibir el Premio Velázquez 2013.

Madrid, 17 nov.- En un momento de tanta rigidez en la política, de tanta superficialidad en la cultura y de tanta codicia en la economía, "el arte y la poesía son mas necesarios que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de comportamiento", destacó hoy Jaume Plensa al recibir el Premio Velázquez 2013.

Son palabras del artista que recibió este lunes este galardón, considerado el "Cervantes de las Artes Plásticas", de manos de la Reina Letizia, durante un acto en el Claustro del Museo del Prado.

En su discurso, la Reina elogió a Plensa por ser "un artista intelectual sin perder su humanidad" y por su forma de utilizar las ideas como materia prima, con una visión "conciliadora".

Galardonado por sus propuestas de gran "intensidad estética" y por la coherencia de una trayectoria en la que ha integrado conceptualización y poesía, esta ha sido la protagonista de la entrega del Velázquez, dotado con 100.000 euros (125.000 dólares), que el artista destinó a fines sociales.

Plensa se mostró emocionado por recibir esta distinción junto a numerosos amigos con los que comparte "este maravilloso viaje por el mundo de las ideas" y de hacerlo junto a Laura, su mujer.

Considerado como uno de los artistas plásticos con más proyección nacional e internacional, creador obsesionado por la relación entre el cuerpo y el alma, recalcó en numerosas ocasiones que su obra se la debe más a poetas como Baudelaire, Blake, Goethe, José Ángel Valente o el valenciano Vicent Andrés Estellés, que a los artistas.

"Los poetas me han educado, enriquecido y dado la voz y la seguridad. Me han enseñado a mirar, a vivir y sentir la vida como una respiración acompasada que ha ido permanentemente tatuando palabras y signos en la biología del lenguaje, en las células del amor y el ADN de los seres humanos", destacó.

En sus palabras consideró que cada ser humano es un lugar, cada mujer, hombre, niño, viejo, es un espacio habitable en si mismo que se desplaza y desarrolla en un lugar en el tiempo, en la geografía.

"Cada vez que un ser humano muere, la casa se cierra y se pierde un lugar. Mi obra es su memoria; la fijación congelada de tantos y tantos cuerpos que están desarrollándose y desapareciendo en la fugacidad de la vida. Mi obra es su voluntad", afirmó.

Plensa (Barcelona, 1955), recordó que recientemente había afirmado durante una entrevista que la belleza es el gran vínculo de todo y por todo. "El lugar en el que la memoria de todas las gentes se encuentra, algo que llevamos clavado aquí detrás, con sobrecogimiento".

El Premio Velázquez, que acaba de ser concedido en su edición de 2014 a la artista interdisciplinar Esther Ferrer, distingue al conjunto de la obra de un creador del ámbito de las artes plásticas en Iberoamérica y nació en 2002 con la pretensión de convertirse en el Cervantes de las artes. EFE

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