Ponce cuaja una faena antológica que le vale la Puerta Grande en Almería

  • El diestro Enrique Ponce cuajó una gran faena hoy en Almería, que le valió para cortar las dos orejas de su oponente y salir a hombros en un festejo en el que tanto "Morante de la Puebla" como Sebastián Castella pasearon también un apéndice.

Almería, 23 ago.- El diestro Enrique Ponce cuajó una gran faena hoy en Almería, que le valió para cortar las dos orejas de su oponente y salir a hombros en un festejo en el que tanto "Morante de la Puebla" como Sebastián Castella pasearon también un apéndice.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Parladé, bien presentados y de juego desigual. El mejor, el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo; y buenos también segundo y tercero.

Enrique Ponce: estocada baja (palmas); y pinchazo y estocada (dos orejas).

José Antonio "Morante de la Puebla": estocada (oreja); y pinchazo y estocada (palmas).

Sebastián Castella: estocada (ovación); y estocada (oreja).

La plaza tuvo más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa.

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PONCE EN ESTADO PURO

Ponce apenas pudo hacer nada con el toro que abrió plaza, un animal abanto y distraído de salida, difícil en banderillas y muy parado en la muleta. El valenciano hizo un esfuerzo notable para acabar pasándolo por el lado derecho en dos series de mucho mérito, pero la faena no llegó nunca a tomar vuelo.

En el cuarto cuajó Ponce un faenón de antología. El toro fue bueno, pero la obra del valenciano fue colosal por el dominio, el temple, la elegancia, lentitud, la despaciosidad y la estética de cada muletazo.

Faena compacta y redonda, de mucho ritmo, siempre a más, con un Ponce que brilló toreando con las dos manos, amén de los adornos y remates de series, así como el toreo genuflexo con el que epilogó su labor. Dos orejas sin discusión.

"Morante" bordó el toreo de capote en su primero. Verónicas mecidas y muy sentidas, cargando la suerte y jugando los brazos a cámara lenta. Sublime toreo de capa, que contó también con un quite por chicuelinas de manos muy bajas también de especial encanto.

Con la muleta no hubo la misma intensidad de su quehacer, sin embargo, surgieron varias tantas al natural de muletazos templados, hondos y de mucha expresión, que, tras una efectiva estocada, le valió una oreja.

Pero en el quinto no pudo "Morante" redondear el triunfo. El de la Puebla del Río, que lanceó a la verónica a pies juntos con muy buen son, se topó con un astado desclasado y remiso en la muleta, por lo que, tras unas leves probaturas, optó por abreviar.

Lo mejor de Castella en su primero fue el recibo de capote, en el que intercaló verónicas a pies juntos y chicuelinas.

Pero en el último tercio faltó acople por parte del francés, muy despegado en el inicio, sin llegar a coger el aire a un animal que no andaba tampoco sobrado de fuerzas. No obstante hubo algún pasaje por el lado derecho en el epílogo de cierta enjundia, pero el conjunto no fue a ninguna parte.

El sexto tampoco fue toro propicio, y aquí Castella, que se lució de nuevo en el capote y que abrió faena de muleta con dos pases cambiados por la espalda, sin embargo, no dijo nada salvo el arrimón final que puso algo más emoción a su labor. Mató a la primera, y oreja al canto.

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