Ponce y "Morante" cortan una oreja cada uno en su mano a mano en Valencia

  • Los diestros Enrique Ponce y José Antonio "Morante de la Puebla" cortaron una oreja cada uno en el mano a mano que mantuvieron hoy en Valencia, quinto festejo de su Feria de San Jaime.

Valencia, 28 jul.- Los diestros Enrique Ponce y José Antonio "Morante de la Puebla" cortaron una oreja cada uno en el mano a mano que mantuvieron hoy en Valencia, quinto festejo de su Feria de San Jaime.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victoriano del Río, desiguales de presentación y juego.

Enrique Ponce: estocada corta (ovación tras aviso); dos pinchazos y estocada (gran ovación tras aviso); y estocada caída (oreja).

José Antonio "Morante de la Puebla": pinchazo y descabello (bronca); media (pitos); y estocada corta (oreja tras aviso).

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde de bochorno.

-----------------

MAESTRÍA DE PONCE

Ponce llevó a cabo una primera faena técnica y elegante en la que dejó destellos de altura en el toreo a derechas.

En el tercero llegó lo mejor de lo que va de feria. Un trasteo redondo desde el mismo prólogo de mucha clase y torería. El grueso de su labor, siempre a más, contó con muletazos de calidad sobre ambas manos. Ponce puso broche a la faena con tres "poncinas" y un abaniqueo final, perdiendo trofeos por su mala espada.

Lo mejor de la faena al quinto fue el pique que mantuvo con "Morante" con el capote. Tras un primer quite por chicuelinas de Ponce, replicó "Morante" por otro también por chicuelinas, para que finalmente el valenciano recetara cuatro verónicas y media. El clima fue de clamor. La faena de muleta, impecable en la técnica y pulcra en la ejecución, valió finalmente un apéndice.

"Morante" se desentendió en su primero, toro muy protestado por su falta de entidad.

Tampoco alcanzó mayores cotas en el cuarto, en un trasteo de notables altibajos, en el que prevaleció la desconfianza, y que acabó provocando el enfado del público.

En el sexto anduvo "Morante" más dispuesto en una faena que contó con el beneplácito de un tendido, esta vez más benevolente con él, lo que propició que le dieran la oreja.

Mostrar comentarios