Poniatowska reúne cuentos más cotidianos y puros en "Hojas de papel volando"

  • Dejando a un lado sus relatos más cultos y pretenciosos, Elena Poniatowska ha decidido rescatar algunos de sus cuentos más puros y otros inéditos en un libro llamado "Hojas de papel volando", que hoy presentó en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Guadalajara (México), 3 dic.- Dejando a un lado sus relatos más cultos y pretenciosos, Elena Poniatowska ha decidido rescatar algunos de sus cuentos más puros y otros inéditos en un libro llamado "Hojas de papel volando", que hoy presentó en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

"Aquí hay unos cuentos distintos. En los primeros yo quería ser muy chingoncita (engreída), muy culta, pero después opté por decir no, porque yo no soy así", contó la escritora y periodista mexicana sobre los primeros relatos que escribió, que no aparecen en este libro.

Sí están los relatos "que tienen que ver más conmigo, con la vida cotidiana", explicó la ganadora del Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispanas, en un encuentro con lectores en el marco de la FIL.

Poniatowska habló sobre sus comienzos en la literatura, cuando "perseguía" a su madre, a su hermana y a todos con una historia "que se llamaba Lilus Kikus" para ver "a qué horas les podía leer el cuento y nunca tenían tiempo", hasta que finalmente desistía.

La historia de aquella niña rara, llena de imaginación y con un extraño nombre se convirtió en su primer libro publicado, en el comienzo de una vida dedicada a la literatura, pero sobre todo al periodismo.

Primero fue el cuento, y después "entrar al periódico Excélsior de un día para otro y volverme periodista".

"El periodismo se tragó todo lo demás. Yo creía que uno tiene que ser útil en esta vida", dijo, y por eso dedicó gran parte de sí misma a contar lo que ocurría en México.

Era su manera "de querer y de conocer a México", explicó la escritora, hija de la mexicana Paula Amor, a quien la Segunda Guerra Mundial obligó a dejar París y partir al sur de Francia junto con sus dos hijas para luego establecerse en México, y del príncipe Jean E. Poniatowski, descendiente del último rey de Polonia.

El periodismo, contó hoy, "te enseña a oír muchas voces" y estas "se quedan rondando en la cabeza" y acaban convertidas en cuentos o novelas.

Como en cada acto público desde hace más de dos meses, Poniatowska tuvo palabras para los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre, a quienes "es imposible que no mencionemos todos los días, mañana, tarde y noche".

Siempre crítica con los poderes, la escritora censuró al presidente mexicano por haberse incluido en uno de sus discursos en la popular frase "Todos somos Ayotzinapa", alusiva al nombre de la escuela a la que pertenecen los desaparecidos.

"Lo que nos parece intolerable que Enrique Peña Nieto diga que él es Ayotzinapa", recriminó.

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