"¿Por qué no una porno en tres dimensiones?"

  • Pol Milander, primer realizador europeo en filmar cine erótico en 3D, quiere revolucionar el mercado adulto con 'X1' del mismo modo que 'Avatar' lo ha hecho con el cine familiar, aunque denuncia una gran crisis en la industria del porno provocada por las grandes productoras.
Pol Milander filmando en 3D.
Pol Milander filmando en 3D.
lainformacion.com
lainformacion.com

El fenómeno 3D salta todo tipo de barreras. Si hasta ahora este formato había servido para vender mejor grandes producciones para todos los públicos y películas de terror adolescente, las últimas noticias nos indican que el cine para adultos también se verá azotado por este fenómeno cinematográfico.

Tinto Brass, el realizador italiano especialista en cintas eróticas, pronto nos sorprenderá con un filme tridimensional, mientras que la productora Hustler impulsará una versión porno de Avatar que llevará el título de This Ain't AvatarXXX. Antes que estos filmes se exhiban de una manera u otra en nuestro país, Pol Milander nos ofrece X1, la primera cinta X en tres dimensiones rodada en Europa. El propio cineasta nos cuenta cómo ha sido la experiencia de una película llena de sexo, drogas, fantasías sexuales y peligro.

¿Qué es lo que te lleva a rodar X1 en 3D?

Lo del 3D es un sueño que mucha gente ha tenido. Algunos se preguntaban: ¿Por qué no una porno en tres dimensiones? Yo me acuerdo que, cuando trabajaba en una productora de porno en Barcelona, me atreví, durante una comida y con dos cervezas de más, a plantear la posibilidad de hacer una película X en 3D. Comencé a informarme. Fue entonces cuando conocí al colectivo Z Visions, y vimos que se podía hacer, aunque no tuviésemos el manual sobre cómo hacerlo. Además era mi primer largometraje, lo que suponía también un handicap. Ha sido un gran esfuerzo, aunque ha merecido la pena.

Aunque es claramente una película X, el largometraje es también una cinta de ciencia-ficción con numerosas referencias a Días extraños, la película de Kathryn Bigelow. ¿Por qué decidiste que la película tuviera ese componente fantástico?

Yo quería buscar un nexo argumental que pudiera dar pie a ponerse unas gafas y disfrutar la experiencia en 3D. La película tiene referencias a Días Extraños, donde el protagonista era un traficante de sensaciones con un aparato de realidad virtual. X1 sería básicamente lo mismo, aunque aplicando todo a las relaciones y fantasías sexuales. Hemos hecho un guión acorde con la estética que estábamos buscando. Buscábamos algo diferente a los esquemas del porno actual, donde todo es sofá con florecitas estampadas. Creo que ya tenemos una edad para esas cosas. Mejor dicho, ya no tenemos edad para esas cosas.

También es curiosa la inclusión del cómic y el hentai, los dibujos animados manga de carácter erótico en tu película, ¿a que sé debe que te atrevieras a introducirlos en el filme?

A la animación se ha dedicado Javier Casas, un animador de Barcelona. Era para dar una nota de color friki a la historia.

¿El 3D supondrá una nueva edad dorada del cine para adultos? ¿Volverá el porno a los cines?

No sé si esto servirá para que se relance el cine X en las salas. Ahora hay mucha crisis en el tema del porno y creo que está provocada por las grandes productoras, que han saturado el mercado de un mismo producto rápido, barato y sin un mínimo de gusto estético. Si el 3D llevará a más gente a los cines está por ver.

¿Qué puede aportar las tres dimensiones a la excitación sexual de cualquier espectador de cine adulto?

Es una herramienta más. Es una forma diferente de verlo.

¿Veremos algún pecho o pene erecto salir de la pantalla?

Sí, claro (risas).

¿Piensas seguir en el mundo del cine X?

Bueno, mi experiencia en este terreno se limita a dos cortos eróticos y no explícitos con Magenta Producciones. En realidad, la mayoría de los implicados en este proyecto son unos recién llegados que hasta ahora no tenían nada que ver con el porno. Es curioso que alguien que acaba de llegar coja la sartén por el mango.

¿Cómo se implica el colectivo de artistas visuales Z Visions en un proyecto como éste?

Son un grupo de personas que se han lanzado una locura. Todo ello para hacer una superproducción de bajo presupuesto. No pretendemos hacer Avatar, porque no tenemos ni esa técnica ni ese presupuesto. Hay que tener claro que queríamos hacer algo nuevo y pasarlo bien.

¿Qué diferencias has encontrado entre rodar en tres dimensiones y hacerlo en dos?

Es complicado. Hemos tenido que buscar soluciones sobre la marcha a algunos problemas. Por ejemplo, en el montaje, el 3D exige ser más lento de lo habitual para que los ojos se acostumbren a la experiencia tridimensional. Hay que cambiar la manera de ver. Nosotros, humildemente, hemos abierto una brecha, aunque habrá que seguir avanzando en este tipo de producciones.

Mostrar comentarios