Portillo pone en su sitio al "violador y asesino" que "es" Don Juan Tenorio

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 8 ene.-"Don" es un tratamiento de respeto que el Tenorio no merece, según Blanca Portillo, que le ha dejado para su versión teatral del clásico de Zorrilla en un escueto "Juan", "lo único" que merece "ese psicópata, violador y asesino" que, "inexplicablemente", ha sido siempre en España "un modelo".

Portillo dirige el "Don Juan Tenorio" que se estrena mañana en el Teatro Pavón, donde estará hasta el 15 de febrero con el 80 % de las entradas ya vendidas, y que es una coproducción entre el Teatro Calderón de Valladolid, donde se estrenó en noviembre, Avance Producciones Teatrales y la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).

Le quita "pluma, espada y capa", "polvo y barnices", para hacer patente que el "pseudo héroe" no es otra cosa que un criminal sin empatía "por nada ni por nadie" y deja claro que "todo el que la hace, la paga" porque, "contradiciendo a Zorrilla", "no hay nada que les salve".

La actriz y directora ha explicado que la RAE define "burlar" -Tirso de Molina lo llama "El Burlador de Sevilla" en su original de 1630- como inducir a tener por cierto lo que no es, es decir, "lo embustero y mentiroso" y también como "seducir con engaño" a una mujer, es decir, las "virtudes" de un "extraño héroe", carente totalmente de empatía y volcado en el asesinato y la depravación.

"Estaba harta de escuchar, 'qué listo y divertido es Don Juan'. Es un personaje peligroso y hay que cargárselo. Es un modelo a no imitar. Quería quitarle esa pátina de hombre brillante porque en verdad es un destructor al que nadie quiere cerca", ha reivindicado la directora.

Una de las primeras cosas que se planteó fue los orígenes del personaje, por qué no se explica a qué se debe esa pulsión criminal, esa degeneración como ser humano, y ella cree que es fruto de su educación, de la relación con su padre, y de que quiere rebelarse "contra algo" que vio de niño.

Para componer su protagonista pensó "en mucha gente, desgraciadamente" y ha recordado a una pareja que tuvo con 20 años, y que le doblaba la edad.

"Se acostaba con todas mis amigas y cuando le pedí explicaciones me dijo, 'relájate, tendrías que estar orgullosa de que entre todas ellas te haya elegido a ti la primera'. Me fui a casa pensando que era un honor. Eso es seducir con engaño. Lo que me a mí me hizo ese tipo es el germen del maltrato. Me he acordado de muchos hombres y mujeres a las que 'ponen' los malotes", ha relatado.

Sin embargo, ha precisado, todo eso no quiere decir que "ese ser absolutamente deleznable" que es Don Juan "no sea teatralidad pura" y de ahí un texto, que ha versionado "el lope de vega" de la actualidad, es decir Mayorga, que es "más largo de lo habitual" y que ha respetado "con exquisita devoción el texto y el verso".

Mayorga, convencido de que este montaje es "un Don Juan""importante y memorable" y que será "controvertido", ha trabajado desde la "doble fidelidad" al autor y al espectador y con la teatralidad como máxima, basada en el carácter "extremadamente conflictivo" de un personaje "que a todos pone en peligro".

"Se le ha visto como a alguien envidiable pero no es un transgresor ni un hedonista sino un psicópata; lo que más le interesa es hacer una lista de a cuántas personas ha arrasado y (sin embargo) es la figura más exitosa y conocida del teatro español, un mito reconocible en cualquier lugar", ha coincidido con Portillo.

La directora, ha afirmado Mayorga, ha "liberado" al "mito" y han "resignificado" el arquetipo, desvelando que es tan fascinante como "áspero, sucio y violento".

"Hay momentos en que el texto es como una peli de serie B o un capítulo de 'Breaking Bad', con tiburones peleando por sobrevivir, pero también hay algo extraordinario y sublime", ha añadido.

José Luis García-Pérez, que ha expresado, al igual que Mayorga, su solidaridad con los franceses y los artistas por el atentado de ayer en París, es el protagonista, "un personaje rebelde sin ninguna causa, solo destrozar todo lo que le rodea y, en último término, a sí mismo".

La "luz" de esta "oscura tragedia", es decir doña Inés, es Ariana Martínez, una joven actriz seleccionada de entre alumnos de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD), que ha alabado el trabajo que ha hecho Portillo "yendo a buscar a la cantera" -a escuelas de arte dramático de Madrid, Valladolid y Sevilla- a los protagonistas, "el sueño de todo estudiante".

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