Potajes y polos de vino dulce para desafiar el calor en la Feria de Málaga

  • Sergio Rodrigo.

Sergio Rodrigo.

Málaga, 22 ago.- Platos de cuchara como la berza y el puchero, de alto contenido calórico y más propios del invierno como el lomo en manteca y novedades refrescantes como un helado de vino dulce Cartojal se degustan estos días en la Feria de Málaga, que encara su recta final.

Las altas temperaturas que se registran en el sur de España no han desanimado a los malagueños y turistas, que llenan a mediodía las calles del centro de la ciudad provistos de sombreros, no siempre tradicionales, y muchos abanicos.

Para combatir las altas temperaturas de la tradicional feria de día, las heladerías del centro abren con ingeniosas ofertas como polos de Cartojal, vino que acompaña durante todos los días a los malagueños durante la feria.

Compuesto de uva moscatel, este caldo se consume muy frío, algo que lo ha hecho esencial en la Feria de Agosto, tanto que los comerciantes los venden en todas las tiendas, incluso en forma de helado.

Desafiar el calor del verano es uno de los retos de los asistentes a la feria, que muchas veces degustan comidas copiosas, y es que, aparte de los tradicionales "pescaítos fritos", la feria ofrece los potajes tradicionales de la ciudad como la berza o el puchero, más comunes en el invierno.

Los calores de los platos de cuchara que se ofertan a diario en la feria obligan a que los malagueños lleven las prendas más frescas a la fiesta, y aunque la tradición muchas veces no se impone al calor de agosto, todavía se ven mujeres vestidas de flamenca y hombres de corto, pero bermudas y chanclas son más abundantes.

La ropa se convierte durante la feria en herramienta para disfrutar del baile en la fiesta, y es que si algo no falta son las sevillanas y la música aflamencada que suenan por los callejones del casco histórico malagueño.

Coros Rocieros, bandas de música y, sobre todo, pandas de verdiales son los grupos más numerosos durante estos días de fiestas que animan al público a pie de calle a continuar la fiesta, y nunca faltan las coreografías para canciones como "Paquito el Chocolatero".

La situación de crisis económica no ha frenado las ganas de fiesta en Málaga, motivo por el que algunos comerciantes del centro sacan sus mejores ofertas para captar a futuros clientes que estos días visitan la ciudad.

Por otro lado, los más pícaros aprovechan la fiesta para poder hacer negocios, ya que este año la proliferación de puestos aparentemente ilegales se ha multiplicado, en concreto en el centro de Málaga donde muchas personas optan por vender abanicos, bisutería y catavinos.

Pero, sin duda, Málaga vive un ambiente de fiesta abierto a los visitantes y estos días ofrece una ciudad engalanada que permite disfrutar de su gente, gastronomía y tradición.

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