Pou se dirige en una nueva versión de "A cielo abierto", "tan actual..."

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 27 feb.- Un millonario, una asistenta social y su historia de amor hilan "A cielo abierto", de David Hore, una intriga emocional que José María Pou protagonizó hace diez años y que ahora también dirige, acompañado de Nathalie Poza. "He querido montarla de nuevo, porque no puede ser más actual lo que cuenta", sostiene.

Estrenan el 7 de marzo en el teatro Español la obra, que "básicamente" se diferencia del montaje que en 2003 Ferrán Madico dirigió para el teatro Romea de Barcelona en que "la intención es distinta", subraya el actor y director catalán en una entrevista con Efe, acompañado de Poza.

"La obra tiene más vigencia ahora, porque la situación del país es completamente distinta. Hace diez años era época de vacas gordas, y los comentarios sobre los recortes en la educación o en la sanidad eran recibidos de forma completamente distinta", dice Pou.

El actor estaba una noche en su casa viendo un debate en la televisión y se dijo: "Pero si todo esto ya lo decía yo en 2003 y era mucho más rico e interesante", y como además estaba buscando un nuevo título para la programación del teatro que dirige en Barcelona, el Goya, "todo fue rodado".

"¿Que por qué he tardado diez años en traerla a Madrid y salir con ella de gira por España?. Pues porque en mi camino se cruzó Calixto Bieito y un 'Rey Lear' y luego 'La cabra' y luego...", ironiza sobre sus miles de compromisos.

No es una reposición del texto que Hore escribió inspirándose en los peores momentos del "tatcherismo", sino la interpretación que Pou da a esa historia: "Responde a mi concepto del teatro y todo es distinto del montaje de Madico, incluida la escenografía", precisa el artista, (1944, Mollet del Vallés, Barcelona).

Durante tres meses han hecho la nueva versión en Barcelona y han preguntado a algunos de los espectadores que vieron la obra en 2003 por "todo lo que han cambiado".

"Ni una coma. El que ha cambiado es el país. Por eso es tan necesaria esta función, porque habla de lo está pasando en la calle ahora mismo y por eso parece una obra hecha de urgencia", sostienen.

La trama transcurre "en tiempo real", en una sola noche en la que los protagonistas, examantes, se reencuentran en la casa de ella, en un suburbio de Londres.

"No son dos ideologías de manual. La sensación que te da es que estás asistiendo a la intimidad de una pareja que vive en mundos irreconciliables. Ella descubre el mundo sin él, que es como un gran padrino", detalla Poza, que cree que el texto es, además, "una reflexión sobre la anulación femenina".

Cuatro años después de dejar su relación, la protagonista, ya con 22 años, es maestra en un suburbio de Londres, "pero podría serlo en el Pozo del Tío Raimundo", y ha salido a la calle y "ha visto cómo está el país y no ha tenido más remedio que implicarse con lo que está pasando, mientras que él no siente compasión ni empatiza con lo que ocurre".

Para el público es difícil posicionarse al lado de uno u otro, porque no es una obra maniqueísta. Es algo personal que te abre a reflexionar sobre algo universal", subraya Pou.

El espectador asiste a una suerte de "partido de ping pong", en el que cada vez gana el tanto uno, "un debate de ideas en el que el otro es indispensable y en el que nadie tiene la razón absoluta; una historia de amor que sin el desamor no tiene sentido", resumen.

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