Propuestas coherentes, anárquicas y dispares en el ecuador de Cibeles

  • Madrid.- "Dyogenes Syndrome", la anárquica colección presentada hoy por David Delfín para la próxima temporada, no defraudó en la tercera jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, en la que también destacaron la "coherente" propuesta de Ana Locking y el desigual repertorio de Juanjo Oliva.

Propuestas coherentes, anárquicas y dispares en el ecuador de Cibeles
Propuestas coherentes, anárquicas y dispares en el ecuador de Cibeles

Madrid.- "Dyogenes Syndrome", la anárquica colección presentada hoy por David Delfín para la próxima temporada, no defraudó en la tercera jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, en la que también destacaron la "coherente" propuesta de Ana Locking y el desigual repertorio de Juanjo Oliva.

Ana Locking abrió la tanda de desfiles de la tarde para demostrar que es consecuente con su trayectoria en el diseño, con una colección marcada por la desestructura en los patrones y la mezcla de colores, en la que la diseñadora juega al contraste.

Vestidos largos y cortos, prendas lisas y plisadas, ceñidas y con volumen, claras y oscuras; todos estos elementos se mezclan en la línea del próximo otoño-invierno de Ana Locking, que va de lo sobrio a lo excesivo.

El gusto por lo geométrico se adivina en los dibujos de sus vestidos, abrigos y pantalones, siempre en dos tonalidades generalmente fuertes como el amarillo canario, el rojo sangre o el azulón.

La diseñadora apuesta por las prendas ceñidas, los hombros muy marcados y un tacón de aguja infinito sobre un zapato tricolor, pero también por prendas sueltas plisadas, como las faldas -corta y larga- para vestir a un hombre muy contemporáneo.

En su línea masculina Locking incluye pantalones bicolores de suaves tonos como el camel, mostaza o turquesa.

Juanjo Oliva ha presentado una colección desigual, en la que el tejido fetiche ha sido el tweed de lana en naranjas y tierras, con el que el madrileño confecciona estructuras muy armadas en chaquetas, faldas, abrigos y capas de gran volumen.

La capa la utiliza el diseñador como prenda central para dar forma a abrigos y vestidos que esconden, en ocasiones, los brazos, y que Oliva combina con pitillos en tonos llamativos como el violeta y con faldas en tejidos rústicos.

Los mayores aplausos de la colección se han oído en sus sinuosos vestidos de noche, en turquesa y negro, y en el punto y final del desfile: con Marina Pérez envuelta por un voluminoso vestido en mostaza.

Javier Larraínzar propone una colección muy urbana, "chic y femenina", según ha explicado a Efe el diseñador antes del desfile, en el que se han visto combinados tejidos rudos, como el tweed, con otros sofisticados, como el terciopelo, en chaquetas, vestidos y abrigos en general muy cortos y con algún "guiño" largo, así como unos vistosos y ácidos estampados.

El diseñador se atreve en esta colección con un toque peletero, al incluir en sus chaquetas zorro y visón, en una colección en la que, según sus palabras, vuelve al concepto antiguo de sastrería, como demuestra el punto final de su desfile: un traje de novia de flores bordadas compuesto de chaqueta y falda.

Con un escenario decorado por el artista Christian Boltanski para recrear una gran montaña de ropa usada, en alusión al síndrome de Diógenes, David Delfín ha presentado hoy una línea de ropa repleta de prendas superpuestas para reflejar "la sobrecarga de pensamientos y emociones" del momento actual.

Con un toque retrofuturista, el diseñador malagueño aligera la silueta con prendas ligeras llenas de detalles que sugieren superposiciones, como sus americanas realizadas en fieltro mezclado con raso.

Partiendo del blanco, el gris y el negro, Delfín crea vestidos, trajes de chaqueta y pantalones diurnos, mientras que para la noche reserva el azul eléctrico y el verde pradera, que dan como resultado luminosos vestidos.

Entre los invitados no han faltado sus clásicos: los cantantes Miguel Bosé y Alaska, los actores Bibiana Andersen, Pablo Rivero o Loles León, la peletera Elena Benarroch o el cocinero Sergi Arola.

La tercera jornada de Cibeles la abrieron muy temprano los hermanos Ailanto, con una colección creada sobre un "collage" de texturas y tonos que recreaban un efecto tridimensional.

A partir de bordados, mezcla de encajes y pequeñas perforaciones coloreadas con acuarela, Ailanto ha presentado unos estampados con motivos florales y vegetales que se vieron en vestidos y monos.

Muy invernal ha llegado Kina Fernández a la pasarela, con una línea de ropa inspirada en las frías ciudades del norte de Europa.

Las propuestas nacieron de un laborioso trabajo con la lana, un material que utiliza a lo largo de 51 salidas con acabados tan distintos como la alpaca, el mohair o el cashmere, y en la que el "capricho" son las capas y los detalles ornamentales.

Andrés Sardá será el encargado de ambientar mañana, desde primera hora, la pasarela con sus llamativos conjuntos de lencería, en una jornada en la que también se conocerán las propuestas de Alma Aguilar, Miguel Palacio, TCN, Sita Murt y Adolfo Domínguez.

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