Puerta grande para el reposado valor de Jiménez Fortes en Valencia

  • Paco Aguado.

Paco Aguado.

Valencia, 13 mar.- El diestro malagueño Saúl Jiménez Fortes salió hoy a hombros de la plaza de toros de Valencia después de que se le premiaran con sendas orejas dos faenas marcadas por el temple y el reposado valor, en el quinto festejo de la Feria de Fallas.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Fuente Ymbro, de seria estampa aunque de dispares hechuras. En conjunto, corrida con opciones por su movilidad pero justa de raza y de poca entrega en los engaños.

Antonio Ferrera: estocada trasera caída (silencio); metisaca en "los bajos" y pinchazo (ovación tras aviso).

Joselito Adame: estocada honda desprendida y descabello (silencio tras aviso); estocada (ovación).

Jiménez Fortes: estocada delantera atravesada y dos descabellos (oreja tras aviso); estocada (oreja con petición de la segunda)

En cuadrillas, buena brega de José Antonio Carretero con el sexto.

La plaza tuvo un cuarto de su aforo en tarde fresca y con rachas de viento.

---------------

VERSIÓN MEJORADA

Jiménez Fortes abrió hoy en Valencia su temporada ofreciendo una versión mejorada de su toreo. A su reconocido valor, que a veces le llevaba a atropellar la razón con un punto de ansiedad, le ha añadido este invierno un reposo y un temple que le ayudan a mostrar una profundidad más clásica.

Fuera de la Feria de Sevilla, el torero malagueño estaba obligado hoy a dar un golpe de efecto, y lo consiguió precisamente por esa vía, quizá menos impactante pero seguro que mucho más trascendente, logrando momentos y series de elegante regusto. De un toreo, por momentos, paladeado y recreado en sí mismo.

A su primero, toro muy serio y que se movió a su aire hasta que se rajó, se lo dejó llegar escalofriantemente cerca en los estatuarios que abrieron un trasteo asentado y firme, a pesar de que el de Fuente Ymbro se dio a la huida hacia tablas a las primeras de cambio.

Aun así, Fortes le sacó muletazos, sobre todo los naturales, de trazo limpio y pausado antes de volver a jugársela en unas bernadinas de remate.

El segundo de su lote, muy largo y descompensado de los cuartos traseros, se movió sin celo y amenazando siempre con afligirse. Pero el torero de Málaga le trató con inteligente suavidad en las telas en series de muletazos por ambas manos que remató con largos pases de pecho.

Su temple en toda la faena, y sus circulares y alardes en la distancia corta en el desenlace, avalaron un segundo trofeo y una salida a hombros que deja en evidencia su ausencia, por ejemplo, de la feria de Sevilla.

Antes de que se abriera el toril, la corrida se prologó con una ovación del público para Antonio Ferrera, que hizo el esfuerzo de reaparecer en Valencia aun convaleciente de la grave cornada sufrida el pasado sábado en Olivenza.

Vestido con el mismo traje azul añil y plata, el extremeño no pareció acusar en ningún momento los efectos del percance y resolvió con total facilidad lo malo y lo bueno que le ofreció su lote.

Malo fue lo del primero, toro que defendía sus pocas fuerzas a cabezazos o acortando las embestidas, lo que en ningún momento inquietó al veterano diestro pacense. Mejor condición tuvo, en cambio, el cuarto al que banderilleó Ferrera con más brillantez que al anterior.

Este otro ejemplar repitió con nobleza y sin demasiada raza, por lo que Ferrera, aplicando pausas y distancia, lo midió con buen oficio para dilatar, tal vez en exceso, una faena que fue a menos y en la que hizo ver más toro del que realmente había en la arena.

También abría temporada en España el mexicano Joselito Adame, que sí está anunciado tres tardes en la feria de Sevilla. Al torero de Aguascalientes le tocó en primer lugar el mejor toro del encierro, que repitió mucho y con cierto temperamento, aunque sin demasiada clase, sin que su matador, tenso e incómodo, le cogiera el ritmo.

Salió Adame con otra disposición a lidiar al quinto, al que hizo un vistoso quite por zapopinas. Quiso luego el mexicano estar variado con la muleta, pero el toro, que nunca se entregó y fue a peor en su brusquedad, no le permitió más que una larga y opaca porfía.

Mostrar comentarios