Puértolas dice que "la relación con el lector hay que mantenerla en la penumbra"

Santiago de Compostela.- La escritora y académica Soledad Puértolas considera que "la relación con el lector hay que mantenerla en la penumbra, porque (los escritores) tenemos que ser libres".

En este sentido se manifestó la autora de "Compañeras de viaje", en una comparecencia en Santiago de Compostela con motivo de su participación en el I Encuentro Internacional de Literatura de Viajes (LITVI), que se celebra en la capital de Galicia.

A pesar de reconocer que cuenta con lectores fieles, la escritora defendió la libertad de separarse en cierta medida de ellos. "Si ya dependes de no querer defraudar, si tienes miedo y piensas en lo que están esperando de ti, eso te coartaría, por eso al lector es mejor tenerlo en su sitio, en su casa, en la biblioteca, en un parque, bajo un árbol y que lea, y las relaciones, fuera de lo personal".

Aunque no se considera una escritora de viajes, ni una viajera, "me cuesta mucho despegarme de mi casa, de mi hogar" -dijo-, su último libro habla de viajes, pero de los viajes de él y ellas como compañeras, que, al llegar a su destino, no saben qué hacer, pero les sirve "para el descubrimiento de ellas con una luz nueva, con otros ojos, e incluso descubrir en ellas facetas inesperadas o capacidades que tampoco habían visto".

Ese -explicó- es el viaje de las mujeres de su última obra "y el que yo hago siempre, porque, al final, los escritores hablamos de lo que nos preocupa, de lo que realmente tenemos en la cabeza, de nuestros problemas, nuestras inquietudes y también de nuestras ilusiones, nuestras esperanzas y nuestras ganas de encontrar, sino un sentido total, sí, por lo menos, tener atisbos de algo, algo que nos empuje a seguir viviendo y seguir viajando".

De la realidad de que son los hombres los que protagonizan la literatura de viajes, Soledad Puértolas reconoce que es el modelo que ha predominado, porque "los hombres lo tenían todo, se lo organizaban muy bien", tenían sociedades geográficas, apoyos y después debían hacer un informe de sus desplazamientos.

Pero considera que "esa otra literatura está ahí. De mujeres que escriban se pueden hacer todas las listas que quieras, pero luego viene el canon y el canon no te lo pone casi nunca una mujer".

En su opinión, "hay una invisibilidad a la hora de hacer los recuentos con las mujeres. Nos dejamos llevar por unas categorías que no hacen visible las actividades de la mujer, pero están, hay que aprender a mirar de otra manera".

Como otras mujeres escritoras que participaron estos días en LITVI, Puértolas resaltó el "hallazgo" de un evento como éste, "una idea de esas que dices, cómo no se les ha ocurrido antes", sobre todo en Santiago, "que es meta, es final de un camino que es principio de todos".

También se refirió a su relación con Galicia, que viene de su matrimonio con un gallego y los tres meses que pasa al año en Vilanova, aunque señaló que ésta pasada fue la primera noche que durmió en Compostela.

Finalmente desveló que en Santiago había comprado un broche de azabache con el que entrará en la Academia, para lo que en estos momentos se encuentra redactando su discurso. "Es un homenaje que hago, algo personal, un guiño mío personal a Galicia".