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Qué serie veo ahora: diez imprescindibles (y no obvias) que merecen la oportunidad

Imagen de la serie 'The Leftovers', de HBO
Imagen de la serie 'The Leftovers', de HBO
EP

La edad dorada de la televisión y la época que le ha seguido (que es en la que nos encontramos), con la explosión de las plataformas de streaming universales deja cada año medio millar de producciones entre estrenos y series que continúan. Aunque muchas de ellas se ahogan en la orilla de la primera temporada, otras muchas perduran a veces no tanto en el éxito de público durante su emisión como en el cariño de sus seguidores y el aplauso de la crítica.

Tras el repaso de la semana pasada a los diez imprescindibles para entender el fenómeno televisivo, ahora toca un repaso más personal y, seguramente, más injusto porque no se puede ser imparcial. Las diez series que siguen no son para todos los públicos, aunque se intenta acotar en cada caso su temática y alcance.

De nuevo, se han elegido series que pueden verse en alguna de las grandes plataformas en estos momentos (Netflix, HBO, Amazon o Movistar+). Pero apunten estos otros dos nombres por si se ofrecieran en algún futuro cercano: 'Friday Night Lights' (una serie sobre un equipo de fútbol americano en un instituto de la Texas profunda que, pese a esa premisa, es tan universal como la mejor de las series) y 'Battlestar Galactica' (la de este siglo, no la de los años 80; una serie de naves espaciales, androides demasiado humanos y humanos a menudo muy inhumanos). 

Deadwood (2004-2006)

Imagen de la serie 'Deadwood', de HBO
Imagen de la serie 'Deadwood', de HBO. / EP

Creada por David Milch y disponible en HBO. Si existe un canon reducido a solo tres series de la edad dorada de la televisión, la mayoría de los críticos elegirían ‘Los soprano, ‘The wire’ y esta ‘Deadwood’, una gran desconocida para el público en general. Es una serie de vaqueros, sobre un pueblo minero que intenta crecer a toda costa entre corrupción, mucho dinero, intereses, tiroteos, prostitutas, héroes a los que les pierde la ira, villanos a los que les pierde el corazoncito... Como casi toda gran serie producida en Estados Unidos, no deja de ser una analogía/crítica del sueño americano. Un cursillo rápido de capitalismo a pequeña escala, con más palabrotas por minuto que una película de Tarantino y una profundidad trágica que ni Shakespeare. Apenas se rodaron 36 episodios en tres temporadas y terminó abruptamente. Durante años hubo el rumor que la terminarían y no fue hasta el verano pasado que una película pudo despedirse (o despedirse el equipo) por fin. Ya no fue lo mismo, pese a la calidad del largometraje. Seguramente, que quedase incompleta es la mejor analogía de cualquier vida, pese a todo.

Justified (2010-2015)

Timothy Olyphant llega a Nitro con 'Justified'
Imagen promocional de la serie 'Justified', disponible en Amazon. / L.I.

Creada por Graham Yost y disponible en Amazon. Mismo actor protagonista, Timothy Olyphant, que ‘Deadwood’ (si es que ‘Deadwood’ tiene uno solo) y no abandona el sombrero vaquero. En este caso, interpreta a un 'marshall', un agente federal que en los USA se encarga de custodiar a presos y buscar también a los que, por ejemplo, se saltan la condicional. En su caso, uno afincado en Kentucky centrado en los casos que dan los viejos pueblos mineros venidos a menos. Arranca como un procedimental, a caso por capítulo, y hay que aguantar ese lastre durante parte de su primera temporada (de su total de 78 episodios en seis entregas), pero luego apuesta al largo recorrido y mejora prestaciones. Irónica, salvaje, tierna, dura y, sobre todo, muy divertida. Pese a construirse en un relato del gran Elmore Leonard, entre que el material original no es de lo mejor de su creador y que el equipo de la serie se sumergió en estado de gracia, la versión televisiva es infinitamente mejor que el libro. Pocas veces se puede decir eso. Para una panorámica más general, consultar esta crítica final de Alberto N. García

The Leftovers (2014-2017)

Imagen de la serie 'The Leftovers', de HBO
Imagen de la serie 'The Leftovers', de HBO. / EP

Creada por Damon Lindelof y disponible en HBO. Solo 28 episodios y tres temporadas: cualquiera se apuntaría a un maratón. Mejor no. Es una serie para digerir con calma, paciencia… y mucho ánimo. Además, quizá no sea del todo el momento verla en una cuarentena por pandemia, ya que su punto de partida tiene toques apocalípticos: un 2% de la población mundial desaparece de pronto sin explicación y la serie cuenta lo que ocurre luego, la crisis social y de fe que domina al mundo por un suceso tan inexplicable. Contiene alguna de las escenas más violentas que se pueden recordar en la televisión. Y no solo de violencia física. Sobre todo, no de violencia física. Aunque eso no quita que sea una obra maestra.

Su creador, que venía con la vitola de revolucionario del medio por haber estado a los mandos de ‘Perdidos’, podría haberse quedado en lo fácil, un producto más cercano y de consumo rápido. Arriesgó con un drama en carne viva, metafísico y mundo al mismo tiempo. Un inciso: le falta perspectiva por ser tan reciente, pero Lindelof nos ha dejado ya en este 2020 otro clásico inmediato: su versión de ‘Watchmen’, también en HBO (solo nueve episodios en una temporada).

Rectify (2014-2016)

Imagen de la serie 'Rectify', disponible en Sundance TV
Imagen de la serie 'Rectify', disponible en Sundance TV. / EP

Creada por Ray McKinnon y disponible en TV a la carta de todas las plataformas, en el canal de Sundance TV. Otra apuesta corta en recorrido, 30 episodios en cuatro temporadas, pero de largo recorrido emocional y artístico. Un exconvicto que ha pasado su vida adulta en el corredor de la muerte sale de prisión, pero en la comunidad del pequeño pueblo sureño al que vuelve nadie cree que sea inocente de la violación y asesinato de su novia por la que fue condenado. Empezando por su propia familia.

Tras esta sinopsis de dramón de sobremesa, la serie responde con toda la calidad que se espera del cine más indie… aunque sin caer nunca en la pretenciosidad que no es más que superficialidad. Su ritmo es pausado, a veces onírico, a menudo casi de cinematografía asiática. ¿Merece la pena vivir? ¿Y por qué? Es la pregunta latente no solo del protagonista sino de todos los personajes. Es lo que se le pregunta al espectador.

The Good place (2016-2020)

Imagen de 'The Good Place', disponible en Netflix
Imagen de 'The Good Place', disponible en Netflix. / Netflix

Creada por Michael Shur y disponible en Netflix. Apenas 53 episodios de 20 minutos de duración en cuatro temporadas. Con esta comedia disparatada es fácil el maratón. Y casi inevitable. Una paleta en toda regla, egoísta y malhablada, muere en un estúpido accidente y llega a lo que parece el cielo (de ahí el título). Desde el primer momento, sabe que no es su sitio. A partir de aquí, la serie da una y otra vez giros de guion cada vez más alocados hasta un final casi perfecto (por su sencillez). Lo más divertido que se puede ver en pocas sentadas.

Band of brothers (2001)

Imagen de la serie 'Band of brothers', de HBO
Imagen de la serie 'Band of brothers', de HBO, / HBO

Creada por Tom Hanks y Steven Spielberg y disponible en HBO. Sí, han leído bien los creadores. Tras su colaboración en ‘Salvar al soldado Ryan’ en 1998, las dos estrellas creyeron que había mucho más que contar en torno a los soldados que desembarcaron en Normandía y llegaron hasta el mismísimo Nido del Águila de Hitler. En diez capítulos cuentan todo eso sin las prisas de una película pero con el mismo nivel de producción y, en muchas ocasiones, mejorando la cinta que le dio origen (desembarco en Normandia aparte). Han pasado casi 20 años desde su estreno y aún merece estar como entre las cinco mejores series del catálogo de HBO (que ya es decir) pese a haber pasado toda la edad de oro ya. Eso sí, es una historia bélica pura. No esperen sentimentalismos impostados. Porque sentimiento lo tiene a raudales.

The end of the f…ing world (2019-2019)

Creada por Jonathan Entwistle y disponible en Netflix. No vean la segunda temporada si no quieren que pierda todo su encanto real. Solo la primera de ocho episodios de 20 minutos cada uno (en hora y media la han visto entera). Porque es perfecta tal y como termina en ese momento. Una historia de chico conoce a chica en la adolescencia. Bueno, el chico es un psicópata. Lo dice él. A ella no le importa, porque quiere huir de su mierda de vida. Hasta donde haga falta. No es una película apocalíptica, pese al título. Aunque a esa edad es fácil que el mundo se te acabe.

Banshee (2013-2016)

Creada por Jonathan Tropper y David Schicklet y disponible en HBO. Quizá durante sus primeros episodios (un total de 38 en cuatro temporadas) se tenga la sensación de estar viendo una serie que podría haber protagonizado el Van Damme más casposo y elemental. No se equivoca porque esa es su premisa: acción a raudales, sexo, estilización de la violencia, música estridente… y aun así, es una de las series mejor rodadas de la última década. Sus escenas de lucha mejoran todo lo hecho en televisión y cine, por su originalidad y la forma en la que logran filmarse. Va de otro exconvicto que sale de prisión y se hace pasar por sheriff en un pueblo perdido de Pensilvania donde se concentra el mayor número de malas personas imaginables. Una delicia pulp, con todo lo bueno para el que le guste y lo malo para el que no.

Crematorio (2011)

Una imagen de la serie 'Crematorio', disponible en Movistar
Una imagen de la serie 'Crematorio', disponible en Movistar. / EP

Creada por Jorge Sánchez-Cabezudo y disponible en Movistar. La mejor serie de la historia de la televisión en español. Así la venden y no les falta razón para ponerse la medalla. Basada en la novela homónima de Rafael Chirbes, narra el ascenso y declive de la corrupción urbanística en la costa. Un reparto magnífico, una diseño de producción y dirección de primer nivel y una historia familiar que es también historia reciente de un país. Podría haberla producido la HBO con una estrella de Hollywood al frente y se hablaría mucho más de ella. En todo el mundo.

Orphan Black (2013-2017)

Creada por Graeme Manson y John Fawcett y disponible en Netflix. Una producción canadiense que se distribuyó desde la filial americana de la BBC. Así dicho fue todo un milagro que lograse tener la repercusión que logró concitar, hasta el punto de que su protagonista, Tatiana Maslany, ganó en 2016 el Emmy a mejor actriz principal frente a las grandes dramas televisivas. Debió ganarlo en cada una de las cinco temporadas (de diez episodios) de la serie. ¿Por qué? Porque no hacía un papel, sino decenas distintos y en todos hacía olvidarte que era la misma actriz. No es que faltase presupuesto para contratar a más actrices, es que la serie va de clones a los que quieren eliminar. Con un ritmo trepidante y un desarrollo repleto de sorpresas, otro juguete televisivo para pasar un gran rato.

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