Qué serie veo ahora: cinco títulos que se llevan todos los premios y aún continúan

Uno de los principales escollos con los que se encuentran las recomendaciones de series es el vértigo de ponerse con una colección completa, adentrarse desde el principio con un centenar de capítulos de una hora; una larga marcha que, si merece la pena, al final no querrás que termine nunca. Pero no siempre es así. A menudo, ni se empieza por simple pereza. O saturación. Para eso, la semana pasada hablamos de miniseries.

Ahora tocan series hechas y derechas… aunque ninguna suma por encima de 30 episodios en total. Y que han arrasado en los principales premios en los últimos años. Y que son éxito de público en sus plataformas y también de crítica (bueno, alguna quizá no concita unanimidad total). Y que todavía siguen. Y que es el mejor momento de subirse a sus historias antes de que se acumulen los episodios y busquemos excusas para no ponernos al día. Y que, pase lo que pase, dentro de cinco o diez años seguirán estando en las principales listas de series más destacadas del pasado reciente.

The Crown (desde 2016)

Creada por Peter Morgan y disponible en Netflix. Una biografía de la reina Isabel II de Inglaterra repartida en lo que serán cinco temporadas. Hasta el momento, hay tres disponibles (diez episodios cada una) y no ha perdido nada del brillo que desplegó desde su primer capítulo. Promocionada desde el inicio como la serie más cara de Netflix, ganó el Globo de Oro al mejor drama ese año… así como casi todos los premios posibles, excepto los Emmy… que optaron por el devastador estreno de ‘El cuento de la criada’. 

Se trata de un lujoso drama palaciego, político, amoroso y universal. También morboso, por aquello de que (se supone) cuenta una historia real… real de realista, quería decir. Para rematar, desde la tercera temporada tiene a Olivia Colman, acaparadora de premios desde hace un lustro (incluido el Oscar a mejor actriz el año pasado) y razón por sí sola para ver cualquier cosa que protagonice.

Sucesión (desde 2018)

Creada por Jesse Armstrong y disponible en HBO. La próxima gran serie de su cadena. Ya lo verán dentro de cinco o diez años (si no se tuerce mucho). Aunque también es la gran serie actual de HBO desde que entregó una segunda temporada espectacular de principio a fin (hay solo 20 episodios en dos entregas). Otra saga familiar aparentemente de la vieja escuela televisiva: clan de ricos (dedicados a los medios de comunicación aquí) en el que los hijos se pelean por hacerse con el trono del padre enfermo.

No hay nadie bueno. No lo busquen. Todos son unos miserables y todos apuñalan en algún momento dado a uno, dos, tres, cuatro o diez personas de su entorno. Mejor drama para los últimos Globos de Oro, apunta a que en los Emmy consolidará su reinado. Sin ir de sangre azul, es la serie con más estilo, mejor diseño de producción, reparto en estado de gracia y mala leche de la buena en toda la parrilla.

La maravillosa Miss Maisel (desde 2017)

Creada por Amy Sherman-Palladino y disponible en Amazon Prime Video. El mejor Woody Allen convertido en mujer pero sin ninguno de los traumas masculinos y psicológicos del ahora defenestrado cómico neoyorquino. Incluso con todo lo contrario: una visión femenina al mundo del espectáculo, una metáfora de lo que cuesta hacer cualquier cosa cuando se es mujer (la historia en sí es la de un ama de casa de familia bien que de pronto descubre su vocación como comediante en los Estados Unidos de los 50-60).

Su protagonista, una sorprendente Rachel Brosnahan (una cara que sonaba de papeles secundarios en series como ‘House of cards’), que ha barrido en los Globos de Oro (mejor actriz dos años consecutivos) mientras la serie en sí ha ganado como mejor comedia en esos mismos premios y en los Emmys (sobre todo, por la primera temporada). Tres entregas con un total de 26 capítulos.

El método Kominsky (desde 2018)

Creada por Chuck Lorre y disponible en Netflix. La sucesora de la anterior como mejor comedia en los Globos de Oro entregados en 2019 es también el primer premio que se lleva su creador en el galardón televisivo más ilustre (hasta que haya Oscar de series). Lorre está detrás de grandes comedias como ‘Big Bang Theory’ o ‘Dos hombres y medio’, pero tuvo que llegar esta historia crepuscular de un actor de cine anciano (Michael Douglas, también premiado y excelso) que se resiste a asumir su edad. Dos temporadas de ocho episodios cada una (y de media hora). Se ve en dos sentadas. Se sigue disfrutando mucho tiempo.

Westworld (desde 2016)

Creada por Christopher Nolan y Lisa Joy y disponible en HBO. Esta sí fue concebida como el próximo gran éxito de la cadena, incluso heredera en calidad de sucesora de la monumental (en cuanto a impacto global) ‘Juego de Tronos’. Arrancó fuerte: una historia atractiva (basada en un clásico de serie B de los años 70), una producción cinematográfica, un reparto igualmente del mejor Hollywood (Anthony Hopkins, Ed Harris)… y una recepción durante toda su primer temporada de espectadores que la pusieron en lo más alto de las primeras temporadas más vistas de la historia de HBO.

Y ahora viene su gran ‘pero’: es una de esas series que se creen más listas que nadie, que disfrutan enredando situaciones y líneas temporales para despistar y así ocultar lo que a menudo es falta de solidez narrativa. La segunda temporada volvió a caer en los mismos pecados y la tercera ha arrancado (lleva tres episodios de los ocho totales; diez en cada una de las dos anteriores) con un reseteado casi total y un ritmo más de thriller que de metafísica de grandes almacenes (como fueron las dos primeras al final). Lo que es todo un alivio visto lo visto.

De las cinco recomendaciones es la que menos opciones tiene de liderar futuras listas de imprescindibles y va comprando papeletas de liderar la de las grandes decepciones. Solo ha ganado premios de pedrea, pese a estar nominada casi siempre. Quién sabe si al final convierte en metáfora sus juegos de guion y sorprende como la serie definitiva con la que se concibió (y se pagó por ello).