"Rafaelillo":"me he jugado la vida de verdad y eso en Madrid se valora mucho"

  • El diestro Rafael Rubio "Rafaelillo" protagonizó los momentos más emocionantes del último festejo de la Feria de Otoño con dos toros nada fáciles, por eso, y pese a que no paseó trofeos, se marchaba de la plaza "muy satisfecho porque me he jugado la vida de verdad, y eso en Madrid se valora mucho".

Javier López

Madrid, 2 oct.- El diestro Rafael Rubio "Rafaelillo" protagonizó los momentos más emocionantes del último festejo de la Feria de Otoño con dos toros nada fáciles, por eso, y pese a que no paseó trofeos, se marchaba de la plaza "muy satisfecho porque me he jugado la vida de verdad, y eso en Madrid se valora mucho".

"Ha sido una tarde muy importante porque la corrida ha sido muy difícil y creo que he estado a la altura", señaló "Rafaelillo" a Efe al finalizar de la corrida.

El torero murciano apechó con los dos toros más exigentes y complicados de la corrida de Adolfo Martín, con los que lejos de amilanarse, se agigantó aún más.

"Mi primer toro parecía que estaba toreado, ha hecho cosas rarísimas. Luego la cogida tan fea de mi peón me ha dejado un poco tocado, pero he conseguido reponerme y me he ido directamente a los medios con la muleta. Creo que la gente ha valorado la actitud que he puesto, porque el toro era una 'prenda', señaló.

Con el cuarto, segundo de su lote, fue la espada la que le quitó una oreja más que segura después de cuajar una faena de mucho valor.

"Creo que he estado muy de verdad con él, jugándomela a cara o cruz en cada muletazo. La pena ha sido que en el momento clave se ha abierto el toro y se me ha ido la espada muy abajo, y lo he echado todo a perder", confesó "Rafaelillo".

Algo muy importante también ha sido "recuperar la sintonía con la plaza de Madrid", que tan crítica fue con él en la pasada feria de San Isidro, pero que hoy "se ha volcado de nuevo conmigo", finalizó.

El segundo espada, Antonio Barrera tan sólo pudo justificarse con "dos tipos de toros que no 'sirven' para Madrid".

"Mi primero tenía cierta nobleza y temple en las embestidas, pero estaba muy 'dormido', no ha 'transmitido' nada y además se ha apagado muy rápido; y el otro me hacía una radiografía en cada muletazo, un auténtico criminal", afirmó el sevillano.

"La gente es verdad que se ha metido en la corrida e incluso he visto que por momentos ha vibrado, pero lo cierto es que ha sido de mucha dificultad y muy exigente para los toreros, con muchísimo peligro sordo, y así no queda otra que al menos mostrar disposición", concluyó Barrera.

Serafín Marín coincidió en sus declaraciones con Barrera al considerar la corrida como "imposible para el torero".

No he tenido opción ninguna esta tarde con dos toros muy ásperos y difíciles de pegarles muletazos. Los he matado como he podido, y ya está. No he tenido otra salida", señaló lacónicamente un disgustado Marín.

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