Rafel Duran traslada "La Tabernera del Puerto" al siglo XXI

  • La tabernera es una mujer de nuestros días que lleva minifalda y pone copas en un bar del puerto en la adaptación de "La Tabernera del Puerto", que mañana se estrena en el Teatre Victòria de Barcelona, dirigida por Rafel Duran, que debuta en la zarzuela tras una larga trayectoria en la ópera y el teatro.

Barcelona, 17 sep.- La tabernera es una mujer de nuestros días que lleva minifalda y pone copas en un bar del puerto en la adaptación de "La Tabernera del Puerto", que mañana se estrena en el Teatre Victòria de Barcelona, dirigida por Rafel Duran, que debuta en la zarzuela tras una larga trayectoria en la ópera y el teatro.

El montaje, que ha impulsado la compañía +Sarsuela, pretende "quitarle un poco el polvo al género", renovarlo y abrirse a nuevos públicos, según ha dicho hoy el director musical y fundador de la compañía, Lluís Cabal.

Con este objetivo, Rafel Duran ha decidido trasladar al siglo XXI la historia que los autores del libreto, Guillermo Fernández-Shaw y Federico Romero, situaron en 1936, año del estreno.

"El mero hecho de decir a los actores y cantantes que hablen como en nuestros días y se muevan como lo hacen en la calle trae consigo que la cosa tome otro tono", ha puntualizado Rafel Duran.

En esta línea, la tabernera "deja de ser la mojigata" de algunos montajes clásicos y se transforma "en una chica de nuestros días, con carácter, que se arregla por las noches para poner copas".

"La Tabernera del Puerto" es una composición de Pablo Sorozábal que narra la historia de amor entre la tabernera y un pescador llamado Leandro, que se ven obligados a colaborar con un narcotraficante para poder iniciar una vida juntos.

Rafel Duran ha recordado que lo primero que le atrajo de la obra fue que abordaba "un tema tan actual como el narcotráfico", ya que "parece que la cocaína es un problema de nuestros días, cuando en los años 30 se consumía tanto o más que ahora".

"La zarzuela no es un género rancio, como algunos piensan, sino que lo rancio es la manera en que se pone en escena", según Lluís Cabal, un enamorado del género.

Cabal ha decidido producir esta obra y "correr el riesgo económico" que conlleva, porque "la zarzuela es teatro musical y, si se adapta a los tiempos, puede ser atractivo para diferentes generaciones".

El director musical está convencido de que el público tradicional no se sentirá defraudado, porque "los músicos y los cantantes lo hacen muy bien", pero reconoce que "hay sorpresas", como el nuevo estilo que la obra confiere al personaje de Abel, un joven enamorado de la tabernera.

Entre las novedades también destaca la inclusión de una romanza que Sorozábal quitó antes del estreno, porque uno de los intérpretes quería más protagonismo.

"Musicalmente, la zarzuela está completa, no nos saltamos ni un acorde", ha aclarado Duran, quien, sin embargo, ha decidido cortar algunos párrafos del texto hablado, "porque -asegura- eran repetitivos".

Para ganar en agilidad, Duran ha unido el segundo y el tercer acto, y los cambios de escenario se hacen ante el público, porque "los espectadores de hoy en día están acostumbrados a estos movimientos sobre las tablas y hay que utilizar los recursos que tenemos para ganar en eficacia".

La escenografía es en general realista, pero cuenta con algunos elementos "sugerentes" que "piden al público que utilice su imaginación", como es el caso del barco, que en este montaje es un contenedor de basuras que se transforma en nave.

Diez cantantes y dieciocho músicos conforman el equipo artístico de esta zarzuela, que la compañía +Sarsuela ha decidido poner en escena "en un momento muy difícil, en el que los teatros optan por obras con pocos actores".

"Estamos corriendo un riesgo, lo sabemos, pero no vamos a permitir que la cultura muera, como a algunos les gustaría", ha subrayado Lluís Cabal, impulsor también del montaje de "La Canción de Amor y de Guerra".

"La Tabernera del Puerto" estará en el barcelonés Teatro Victoria hasta el 29 de septiembre y después se podrá ver en el Teatro Auditori de Sant Cugat (Barcelona) y en el Atrium de Viladecans (Barcelona).

Mostrar comentarios