Rebajan a la mitad el precio del antiguo yate del Rey al no encontrar compradores

  • El 'Fortuna' es propiedad de la naviera 'Baleária', que lo puso en venta hace medio año pero no consigue desprenderse de él.
Fortuna
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EFE

El 'Fortuna' no tiene quien se ponga al timón. El que fuera yate del Rey Juan Carlos, en el que pasaba sus veranos en Mallorca acompañado de toda la Familia Real, no tiene ahora visos de salir pronto al mar. Porque la naviera propietaria de este buque es incapaz de venderlo y ha tenido que rebajar su precio nada menos que más de la mitad, de 8 millones de euros a 3,9 millones.

Según adelanta este lunes 'Diario de Mallorca', Baleária, que es la naviera propietaria de este buque, no logra encontrar comprador seis meses después de sacarlo a la venta y rebautizarlo como 'Foners'. Cabe recordar que este yate fue un regalo de los empresarios mallorquines y del Govern balear al Rey por su contribución a visibilizar las Islas Baleares al elegirlas como su lugar oficial de vacaciones. En su día, este yate construido en el año 2000 en aluminio y con 42 metros de eslora costó 18 millones de euros, una cifra muy alejada de la que ahora piden por él.

Esta embarcación fue adquirida por Baleária en 2014 a un precio de 2,2 millones en lo que pensaba que sería un negocio redondo, pues lo sacó al mercado por seis millones más de los pagados a Fundatur -la fundación que se creó para financiar su construcción-, pero la transacción se ha atascado tanto que ha tenido que reducir sus expectativas.

Y eso a pesar de que se anuncia como el "yate más veloz del mundo", puesto que puede alcanzar una velocidad de 68 nudos -unos 125 kilómetros por hora- gracias a sus turbinas Rolls-Royce. Si bien eso implica que consuma una gran cantidad de combustible y que sus gastos de mantenimiento no sean fácilmente asumibles. 

El Rey Juan Carlos decidió desprenderse de él en 2013, un año antes de su abdicación, ya que llevaba mucho tiempo sin darle uso, y fue recuperado por Fundatur, que inicialmente también pedía una elevada cantidad por él, 10 millones. Pero, al igual que le sucede ahora a Baleária, tuvo que rebajar sus aspiraciones y finalmente se desprendió de él por algo más de de 2 millones. 

Ahora, son 3,9 millones los que habría que pagar por comprarlo. Aunque Baleária pensó en destinarlo al alquiler, finalmente en septiembre decidió sacarlo a la venta. El problema residiría en su antigüedad, pues se trata de un yate de casi 20 años, por lo que el elevado precio que se pide por él disuade a posibles compradores, que por esa cantidad podrían construirse uno a su gusto totalmente nuevo.

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