La Reina Letizia nunca deja de sorprendernos. Cuando creemos que no puede ir un paso más, estilísticamente hablando, nos deja sin palabras. Y eso es lo que hizo la pasada noche. Los Reyes entregaron el Premio de Periodismo "Francisco Cerecedo", uno de los eventos con los que suelen cerrar el año antes de Navidad y que es, además, uno de los favoritos de doña Letizia por pertenecer a la que fue su profesión. Por ello, cada edición sorprende con un look muy diferente, y este jueves hizo lo propio con un corte de pelo...que resultó falso.
La soberana llegó junto al Rey Felipe al Hotel Palace de Madrid con otro look que es candidato a ser el mejor del año. Un impresionante vestido negro con flores doradas de la firma Dries Van Noten, que se estrenó así en su vestidor. El traje, de corte midi, sin mangas y entallado en la cintura era una fantasía y a la soberana le sentaba como un guante. Sin embargo, fue el peinado el que acaparó todas las miradas.
Porque doña Letizia apareció con el pelo corto, por encima de los hombros, un peinado que ha dado en llamar 'bob' y que lleva varias temporadas siendo tendencia. Cada vez más 'celebrities' se apuntan a él por su versatilidad, comodidad y lo favorecedor que resulta para la mayoría de rostros. De hecho, la soberana ya lo ha llevado anteriormente. Así pues, pensábamos que se había cansado de su media melena y quería acabar 2019 con un cambio radical.
Pero nos equivocábamos. Porque la Reina también ha apostado por otra técnica que usan las estrellas, la del 'falso bob'. Consiste en recoger sutilmente el pelo por la nuca en un moñito bien hecho para que parezca que se ha cortado el pelo. Doña Letizia, además, lo hizo de forma desigual, dejando los mechones delanteros más largos, creando el efecto óptico perfecto.
De este modo, la Reina continúa con su melena larga, la cual le permite hacerse los recogidos que tanto le gustan y también le sientan de maravilla. Para completar el maravilloso look, doña Letizia eligió unas sandalias negras y doradas de Magrit y una cartera de mano también dorada, redondeando el estilismo.
Otro de los detalles que más llamó la atención fue la llegada de los Reyes. De nuevo les vimos cogidos cariñosamente de la mano, como hace unas semanas en Cuba, cuando estuvieron haciendo turismo como dos enamorados más. En el último año, los gestos de cercanía y cariño entre Felipe y Letizia han aumentado, lo que muestra el buen momento que viven, tanto en sus funciones institucionales como en lo personal.
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