Robin Williams, el actor de las mil caras

    • Hizo reír a varias generaciones con 'Mrs Doubtfire', soñar con 'Dead Poets Society' y fue 'el genio más genial' en 'Aladdin'.
    • 'Good Morning Vietnam', de Barry Levinson, sacó un partido único a su rapidez verbal, a su ingenio y a su capacidad para combinar una sonrisa con una mirada triste.

Hoy el mundo del cine pierde a uno de sus grandes actores. Robin williams aparecía muerto en su casa de California a los 63 años de edad. Las causas de la muerte aun son desconocidas pero todo apunta a que podría tratarse de un suicidio por asfixia.

Hizo reír a varias generaciones con 'Mrs Doubtfire', soñar con 'Dead Poets Society' y fue 'el genio más genial' en 'Aladdin', pero Robin Williams siempre arrastró un aire de amargura que de 'Good Morning Vietnam' a 'Good Will Hunting', con la que ganó el Óscar, dibujó al payaso más triste de Hollywood.

El fallecido actor Christopher Reeve contó una vez que la primera persona que le había hecho reír tras quedar parapléjico al caerse de un caballo había sido Robin Williams.

Habían sido compañeros de estudios de interpretación en la Julliard School y amigos durante toda la vida. Cuando estaba todavía ingresado en el hospital, Williams se hizo pasar por un doctor ruso que quería practicarle una colonoscopia. Ese era el terreno del actor: la risa para ocultar el llanto

Williams, nacido en Chicago en 1951, había combinado desde bien joven un genio irresistible y una verborrea sin igual con una vida personal plagada de debilidades.

Antes de saltar a la interpretación había empezado a estudiar Ciencias Políticas, una inquietud comprometida que nunca le abandonó en sus ácidas comparecencias públicas, como cuando en el Festival de Berlín presentó 'The Final Cut', uno de sus filmes más oscuros, y disparó una rueda de prensa en la que dijo 'no sé qué hacemos buscando armas químicas en Irak cuando sería más fácil mirar en los albaranes del Pentágono'.

Y antes de llegar a la fama, que se fraguó en la televisión con series como 'Happy Days' y, sobre todo, 'Mork & Mindy' en la segunda mitad de los setenta, ya había coqueteado peligrosamente con la cocaína, que compartió con otro amigo suyo malogrado, John Belushi. 'La cocaína es la manera que tiene Dios de decirte que estás ganando demasiado dinero', decía con ironía.'Good Morning, Vietnam' le abrió la puerta a la gran pantalla

El cine tardó más en darle la bienvenida, pero fue a lo grande con 'Good Morning Vietnam', de Barry Levinson, que sacó un partido único a su rapidez verbal, a su ingenio y su capacidad para combinar con una gran sonrisa una mirada triste.

También le supuso su primera nominación al Óscar y abrió su mejor época profesional y vital, continuada con 'Dead Poets Society', de Peter Weir, la película que hará hoy que se levante toda una generación de adolescentes a despedirle al grito de 'Oh, capitán, mi capitán', pues en ella encarnó a un heterodoxo profesor que se sale de los temarios y entra en la materia sensible de la vida.

El trío de ases (y de nominaciones al Óscar) se redondeó con 'The Fisher King', de su ídolo cómico, Terry Gilliam (de los Monty Python), esta vez metido a mágico fabulador.

Disney pensó en él como el único capaz de poner voz al genio de 'Aladdin', su gigantesco éxito comercial, y su pericia fue tan bárbara que algunos incluso pidieron una cuarta nominación al Óscar por un trabajo de doblaje. Como rezaba la canción que él mismo cantaba en infinitos tonos y voces distintos, no había en el mundo 'un genio tan genial'.Los niños, uno de sus públicos más fieles

Y Steven Spielberg pensó en lo contrario: en darle el papel de un Peter Pan hastiado y amargado en su vida real y volviendo a Nunca Jamás para solucionar su insatisfacción. Era 'Hook' y allí reafirmó su conexión con uno de sus públicos más fieles: el infantil.

'Mrs. Doubfire', en la que se convirtió en una adorable asistenta británica para estar más tiempo con sus hijos, le reportó un Globo de Oro y desplegó una paleta más amplia de talentos si cabía, hasta convertirla en un gran éxito comercial.

Seguirían otros filmes como 'Jumanji', 'Patch Adams' (no en vano, sobre la terapia de la risa) o la incomprendida 'Jack', rareza agridulce de Francis Ford Coppola.

El Óscar, llegó finalmente a la cuarta nominación en 1997, la primera como secundario, en un papel tan agridulce como él mismo. El psiquiatra viudo de 'Good Will Hunting', de Gus Van Sant. y, por primera vez, Robin Williams se quedó casi sin palabras al subir al escenario ante la ovación de toda la profesión. Aunque enseguida se recuperó y empezó a bromear.

Desde entonces, en cambio, nunca volvió a conseguir un gran papel a la altura de su talento, si bien participó en películas notables como 'Insomnia', del ahora idolatrado Christopher Nolan, y volvió a poner comicidad a éxitos de taquilla como 'Night at the Museum' y su voz a nuevos clásicos de la animación como 'Happy Feet'.

Así, en 2006 volvió a un centro de rehabilitación tras reconocer su alcoholismo y en 2009 sufrió problemas cardíacos. Pero nada parecía indicar que Robin Williams, que seguía más en el corazón del espectador que en la mente de los productores, se iría así sin más.

Se había anunciado una secuela de 'Mrs. Doubfire', estaba rodando otra entrega de 'Night at the Museum' y disfrutaba de un matrimonio todavía corto pero aparentemente estable con Susan Schneider.

Y es que Williams también tuvo una vida sentimental algo caótica, a la que sobreviven tres hijos de sus dos primeros matrimonios. 'La vida solo te da una pequeña chispa de locura. No debes perderla', dijo en una ocasión.

Pero más allá de los premios y reconocimientos, Williams es un actor que supo como pocos traspasar la pantalla para transmitir ternura y simpatía en el público y que deja tras de sí un legado de personajes inolvidables.El emotivo adiós de su hija en Twitter

Su hija Zelda, fruto de su segundo matrimonio con Marsha Garces, ha querido rendir un homenaje a su padre utilizando una cita del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry: 'Tendrás las estrellas como nadie las tiene. En una de ellas estaré viviendo. En otra estaré riendo. Entonces será como si todas las estrellas estén riendo cuando mires al cielo por la noche. Tú y solo tú tendrás estrellas que pueden reír', a lo que ella añadió: 'Te quiero. Te echaré de menos. Intentaré seguir mirando hacia arriba'.

Unas palabras tristes y emotivas para recordar a su padre.

pic.twitter.com/UEtjQ1f2zS2014 Zelda Williams (@zeldawilliams) agosto 12, 2014Obama también llora su muerte

Además de expresar sus condolencias a través de Twitter, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha querido dedicar unas líneas a Robin Williams, fallecido a los 63 años de edad.

El comunicado emitido por la Casa Blanca, que firma toda la familia Obama, el presidente recuerda sus inicios en la sitcom 'Mork & Mindy', donde el actor interpretaba a un extraterrestre, y destaca la versatilidad de Williams y su capacidad para llegar a los corazones del público a través de muy diferentes personajes.

Este es el texto íntegro y traducido del comunicado:

'Robin Williams fue piloto, doctor, niñera, presidente, profesor y todo lo demás. Pero él fue alguien único. Llegó a nuestras vidas como un extraterrestre pero terminó tocando cada elemento del espíritu humano. Nos hizo reír. Nos hizo llorar. Entregó su inmenso talento a quienes más lo necesitan, desde nuestras tropas en el extranjero a los marginados en nuestras calles. La familia Obama quiere expresar sus condolencias a la familia de Robin, a sus amigos y a cualquiera que encontró su voz y sus versos gracias a Robin Williams'.

El ganador de un Oscar al mejor actor de reparto por 'El indomable Will Hunting' fue encontrado muerto en su vivienda en la localidad de Tiburon, ubicada en el condado de Marin, California. El actor tenía 63 años y, aunque habrá que esperar a los resultados de la autopsia, los primeros indicios apuntan al suicidio.

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