Rocío Flores Carrasco fue condenada por el Juzgado de Menores n.º 4 de Madrid en el otoño de 2013 por “un delito de maltrato habitual, un delito de maltrato, una falta continuada de amenazas y una falta continuada de injurias” contra su madre, según adelanta Vanitatis.
Los hechos que provocaron la decisión judicial se trasladan a julio de 2012, cuando Rocío Flores tiró al suelo y golpeó en varias ocasiones a su madre, Rocío Carrasco. Desde ese momento la relación entre madre e hija se supone que es inexistente.
Este suceso hizo que la joven demandara a su madre por malos tratos. Sin embargo, años después el juez le dio la razón a Rocío Carrasco y condenó a su hija. El padre de la menor, Antonio David Flores, recurrió en nombre de la menor y agotó todas las vías de recurso y de amparo.
Finalmente la menor fue condenada a "60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad". Rocío Carrasco, acompañada de su padre, se personó en la Agencia de la Comunidad de Madrid para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor para comunicar una negativa formal al cumplimiento de la pena, lo que obligaba a la menor a cumplir seis meses de libertad vigilada.
Según esta información, la hija de Rocío Carrasco y Antonio David fue observada por citado organismo para valorar su evolución desde octubre de 2013 hasta abril de 2014.
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