Roland Emmerich la toma de nuevo con la Casa Blanca en "White House Down"

  • El realizador de origen alemán Roland Emmerich destruye de nuevo, esta vez de forma minuciosa y casi científica el símbolo del poder de Estados Unidos, la Casa Blanca, en su última película, "White House Down".

Julio César Rivas

Montreal (Canadá), 10 abr.- El realizador de origen alemán Roland Emmerich destruye de nuevo, esta vez de forma minuciosa y casi científica el símbolo del poder de Estados Unidos, la Casa Blanca, en su última película, "White House Down".

Emmerich no tiene ningún problema en demoler símbolos. Ya lo hizo con la Casa Blanca en "Independence Day" (1996), con gran parte del hemisferio norte del planeta en "The Day After Tomorrow" (2004) y con el planeta entero en "2012" (2009).

En "White House Down", protagonizada por Channing Tatum, Jamie Foxx, Maggie Gyllenhaal, Jason Clarke, James Woods y Joey King, Emmerich se fija otra vez en la residencia de la Presidencia de Estados Unidos, pero toma el camino opuesto al elegido en "Independence Day".

Si en la película protagonizada por Will Smith, los extraterrestres destruyen el simbólico edificio de un solo golpe, en "White House Down" Emmerich se recrea en la lenta, paulatina y casi científica destrucción de la residencia oficial.

Durante una visita al gigantesco set en el que Emmerich ha rodado la película en las afueras de la ciudad canadiense de Montreal, el director alemán reconoció su interés en los símbolos universales.

"La Casa Blanca es un símbolo. Siempre busco símbolos reconocibles a nivel mundial. Cada vez es más difícil estrenar una película en todo el mundo que no tiene símbolos" universales, declaró Emmerich durante una pausa del rodaje.

"Incluso con el título 'White House Down' todo el mundo lo va a entender. Todo el mundo sabe qué es la Casa Blanca. Todo el mundo sabe quién es el presidente de Estados Unidos. ¡Es la casa más famosa de todo el mundo!", exclamó.

Emmerich recordó que la primera vez que vio la Casa Blanca "tenía 12 años y medio", cuando visitó por primera vez Estados Unidos con su familia. En ese mismo viaje vio su "primera película de ciencia ficción en un cine al aire abierto para automóviles".

"Era 'El planeta de los simios', todavía una de mis películas favoritas", reconoció el realizador entre risas.

Lo que no causa hilaridad sino asombro es el montaje que Emmerich ha desplegado para recrear la Casa Blanca en el interior de un enorme almacén abandonado de Montreal por obra y gracia del diseñador de producción de la película, Kirk Petruccelli.

Petruccelli y su equipo recrearon el 65 por ciento del complejo de la Casa Blanca, incluida la piscina, el South Lawn, los jardines Kennedy, las alas Este y Oeste e incluso el secreto Centro de Operaciones de Emergencias Presidenciales.

Explicó, por ejemplo, que como no se les permitió fotografiar el interior de la Casa Blanca, para reproducir los suelos de piedra de la entrada del edificio, el equipo acudió a la cantera de donde se extrajo el material para reproducir el color y la textura.

La misma meticulosidad se aplicó a cada una de las habitaciones y recintos utilizados en la película. En total, el equipo de Petruccelli, compuesto por 32 diseñadores, construyó 45 escenarios para el film de Emmerich.

Cuando Efe preguntó a Petruccelli cuál era el límite para recrear la Casa Blanca, el diseñador dijo que "ninguno. Solo el tiempo".

La película tuvo que ser rodada en solo ocho semanas, un tiempo récord para una película de este calibre, fundamentalmente por los compromisos que ya tenía adquiridos el protagonista del film, Channing Tatum, una de las estrellas más al alza de Hollywood.

Entre toma y toma, Tatum reconoció que el rodaje "fue muy intenso, con jornadas de doce y trece horas de trabajo". "Pero estoy agradecido", afirmó.

El actor se ríe cuando Efe le señala que Emmerich le ha calificado como una mezcla de Steve McQueen y James Dean. "Me pregunto si eso significa algo diferente en alemán", bromea.

Y añade con modestia: "Es una locura. Ya me gustaría tener un tercio del meñique en talento".

Sobre la película, Tatum declaró que el rodaje estaba siendo divertido y desveló su interés por producir y dirigir.

"Es justo lo que me parece que una película tiene que ser. Emmerich es el primero en decir que no estamos aquí para curar un cáncer de cerebro. Tenemos que divertir, destruir la Casa Blanca y hacer toda clase de locuras", dijo el actor.

Tatum, que en los últimos meses ha enlazado varias películas, reconoció que quiere "profundizar más en el lado de hacer películas, no solo dirigir sino crear en general". "Quiero hacerlo todo", concluyó.

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