Rolland fluye por los rayos del sol en la semana de la Moda de París

  • Stéphane Rolland estudió la luz de sol, del crepúsculo al mediodía, en su colección de Alta Costura que presentó hoy en la Semana de la Moda de París con la modelo Nieves Álvarez, y a la que asistieron las actrices Blanca Suárez, Paz Vega y el coreógrafo Rafael Amargo.

Mercedes Álvarez

París, 21 ene.- Stéphane Rolland estudió la luz de sol, del crepúsculo al mediodía, en su colección de Alta Costura que presentó hoy en la Semana de la Moda de París con la modelo Nieves Álvarez, y a la que asistieron las actrices Blanca Suárez, Paz Vega y el coreógrafo Rafael Amargo.

Rolland quería hacer "lo contrario de lo que había hecho las últimas temporadas", como explicó a Efe tras el desfile, en una búsqueda de ligereza y calor, que estuvieron ausentes en su último homenaje a la azul y negra España de Velázquez.

La apertura corrió a cargo de la modelo española Nieves Álvarez, quien vistió una prenda blanca de hombreras que se extendían en capa por la espalda, como alas de mariposa, sobre un pantalón.

"Jugar con la luz era lo más importante", aseguró el modisto francés, quien trabajó la escala de los amarillos solares, en una colección en la que también estuvieron presentes el blanco y el negro.

En la primera fila, las actrices españolas Paz Vega y Blanca Suárez, ambas vestidas de Stéphane Rolland, descubrieron la colección junto al bailaor Rafael Amargo, quien había actuado en la presentación de la pasada temporada del creador, y a la celebridad estadounidense Kim Kardashian.

"Me he quedado impresionada, me han parecido de las cosas más bonitas que he visto en moda", exclamó a Efe Suárez, quien acudía por primera vez a un desfile de Alta Costura de París.

Vega, quien se define como "incondicional" de la firma, calificó la colección de "maravillosa" y "brillantísima", mientras que Amargo quiso incidir en que estos diseños de formas "súper elegantes" no son sólo un ejercicio de estilo, sino que son aptas para "llevar en cualquier acontecimiento".

Preguntado por su afinidad con España, Rolland aseguró que tenía "un poco de sangre española" y que se siente a gusto cuando va a este país.

Justo antes de que la novia vestida en muselinas del ocaso clausurara el espectáculo, Álvarez lució una larga falda negra con una ventana frontal de organza, cubierta a la altura de la cadera con ramas de pedrería blanca.

"Me apasiona lo que hago y me gusta todavía sentir ese nervio", confesó sobre su actuación Álvarez, a quien Rolland considera "una de las mejores, o la mejor, 'top model' de nuestro tiempo".

Las ondas en gazar y organza crearon volúmenes imprevistos de rítmico movimiento y evocación vegetal, como los bordados que, como líquenes, se reprodujeron en el interior visto de las faldas.

El vinilo y el charol opusieron su frialdad a la ligereza del verano de Rolland.

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