"Romances", una revisión dramática de la relación de flamenco y Romancero

  • Los bailaores Rafael Estévez y Valeriano Paños, con la sola música de la voz de la cantaora Sandra Carrasco, en un espectáculo concebido por el coreógrafo Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola, estrenarán mañana "Romances", un recorrido dramatizado por la relación entre el flamenco y el Romancero.

Sevilla, 11 sep.- Los bailaores Rafael Estévez y Valeriano Paños, con la sola música de la voz de la cantaora Sandra Carrasco, en un espectáculo concebido por el coreógrafo Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola, estrenarán mañana "Romances", un recorrido dramatizado por la relación entre el flamenco y el Romancero.

Especialista en música antigua y en el Romancero medieval y renacentista, Kruz ha concebido un espectáculo que ha hecho que sus tres protagonistas hayan declarado hoy, en la conferencia de prensa de presentación del estreno de esta producción de la Bienal de Flamenco de Sevilla, que en su recorrido artístico ha habido "un antes y un después" de este trabajo.

"Me ha cambiado la percepción del arte y de la vida, del cante y de la puesta en escena; por dentro me siento como otra persona, he crecido, he conocido un repertorio maravilloso y he dado un paso más en mi cante", ha asegurado Sandra Carrasco, al calificar el periodo de ensayos como "tres semanas únicas en mi vida".

De la decena de romances que interpreta, la mitad son flamencos y la mitad son renacentistas, para los cuales la cantaora empleará "muchos colores de la voz", en consonancia con los distintos momentos del espectáculo, entre los que se podrá adivinar ritmos de martinete, soleá y seguiriya.

Rafael Estévez ha asegurado que tanto su baile como el de Valeriano Paños siempre ha tenido como referente lo tradicional porque "sin base en lo tradicional, en lo de antes, difícilmente se va a tener contenido".

Estévez ha citado entre sus referentes a Mario Maya, a Antonio El Bailarín y a Antonio Gades, a los que ha definido como "los primeros valientes" por haber abierto "el camino para crear desde lo jondo pero si prejuicios, porque el flamenco no es una pieza de museo sino algo vivo, que va con la sociedad, y ha sido así desde siempre".

Kruz se ha acercado al flamenco con un respeto del que Estévez ha añadido que ojalá tuvieran por este arte muchos flamencos e incluso algunas grandes figuras del flamenco.

Los dos bailaores y la cantaora permanecen sobre el escenario todo el tiempo del espectáculo para ir asumiendo los distintos roles de los romances que van interpretando, todos ellos basados en la pérdida, los exilios, las vidas deshechas y el dolor de vivir que se canta en el romancero.

"Es una producción muy sobria, con muy pocos elementos, un espectáculo muy sutil", según ha explicado la directora de la Bienal, Rosalía Gómez, aludiendo a una escenografía muy sencilla en la que solo se contará con dos sillas, una tabla, un lienzo de tela, tres cubos y tres poleas, que podrá verse en el sevillano Teatro Central.

Valeriano Paños ha matizado que, pese a la interpretación que los tres artistas efectuarán sobre el escenario, la intención "no es sentirse actores, sino la profundidad".

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