Rothko, pintor religioso, creador de espacios dramáticos

  • Madrid.- Mark Rothko, uno de los más destacados artistas de la Escuela de Nueva York, "es un pintor religioso" cuya mayor aportación al arte contemporáneo ha sido crear escenarios dramáticos donde el hombre puede vivir su emocionalidad, considera Amador Vega Esquerra, autor de "Sacrificio y creación en la pintura de Rothko".

Rothko, pintor religioso, creador de espacios dramáticos
Rothko, pintor religioso, creador de espacios dramáticos

Madrid.- Mark Rothko, uno de los más destacados artistas de la Escuela de Nueva York, "es un pintor religioso" cuya mayor aportación al arte contemporáneo ha sido crear escenarios dramáticos donde el hombre puede vivir su emocionalidad, considera Amador Vega Esquerra, autor de "Sacrificio y creación en la pintura de Rothko".

Publicado por Siruela, el libro es fruto de años de investigación sobre el creador de la abstracción pura. "Rothko pintaba a gran escala enormes cuadros para que el espectador se sintiera envuelto", señala en una entrevista con Efe el autor, catedrático de Estética de la Facultad de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra.

El ensayo, monografía de la obra de Rothko desde sus orígenes hasta que se suicidó en 1970, "busca indagar en las raíces estético-religiosas de su obra a través de las emociones".

El propio artista insistía mucho en que sus cuadros provocaban emociones de violencia, de llanto, que la gente se derrumbaba al contemplarlos, "decía que la gente a la que le pasaba esto tenía la misma experiencia religiosa que él había experimentado cuando los pintaba".

Sacrificio y creación son dos momentos que van juntos, "si no hay sacrificio no hay creación", explica Vega Esquerra.

"De la misma forma que en los mitos se nos explica que primero hay un sacrificio de un dios, y que de ese sacrificio salen el mundo, las aguas, la tierra, yo interpreto y estudio la obra de Rothko desde esa perspectiva -dice el autor-. Sacrificio y creación son los dos polos de una misma unidad".

Nacido en Rusia, de familia judía, Rothko (1903-1970) se declaró no religioso, "y ahí está el secreto de este libro. En cómo interpretar el arte moderno, el arte abstracto de Rothko, en un periodo en el que ya no hay un arte religioso explícitamente hablando, buscando los elementos que en su caso constituyen una desfiguración".

Amador Vega Esquerra ha estudiado el proceso de desaparición de la figura en la evolución de la obra del artista, desde el arte figurativo de los años 40 hasta los grandes paneles negros.

"Ese proceso de desaparición de la figura se produce en paralelo al que sucede en los rituales de los sacrificios de la antigüedad, tal y como se describen en los libros arcaicos. Equiparo desfiguración de la imagen a desmembramiento o fragmentación del cuerpo, como en los sacrificios".

En el caso de Rothko esto se produjo al llegar a una fase de abstracción pura, "con una pintura que podríamos llamar contemplativa", ha señalado el autor, que ha recordado la atracción del artista por la pintura europea, a diferencia de otros miembros de la Escuela de Nueva York como Jackson Pollock o Barnett Newman.

"Se interesó mucho por la mitología griega, por el arte etrusco, y en sus viajes descubrió que lo que él estaba haciendo era pintar templos, según comenta el mismo Rothko en sus escritos, "en los que también me baso -añade el autor del libro- para comprender mejor esos procesos interiores de desfiguración que le llevaron quizá a un camino sin salida".

"Sacrificio y creación en la pintura de Rothko" no es un libro de historia del arte, "el tema fundamental es la noción religiosa y cómo la idea del fenómeno religioso en el siglo XX puede ser comprendida de una forma espléndida a partir de la obra del arte de un artista que no es precisamente un hombre religioso. Se trata de entender el fenómeno religioso a partir de una obra de arte en principio profana".

Aunque es profesor de Estética, Vega Esquerra siempre se ha interesado por el fenómeno religioso y Rothko le ofrece un material de primera mano para comprender "qué es la religión en el siglo XX, de la misma manera en que los antropólogos del siglo XIX, para interpretar las religiones de los pueblos de tradición no escrita, acudían a sus imágenes, interpretaban la religión a través de la plástica, del arte".

En el siglo XX se produce una ruptura tan grande entre la era de la religión y la era de la secularización "que tenemos que volver a interpretar esos signos que han quedado ocultos. Lo sagrado -dice- ha quedado ocultado en lo profano. Si se quiere entender el fenómeno religioso del siglo XX, a veces proporciona más material el arte profano que el arte explícitamente religioso".

El proceso creativo de Rothko, autor de una obra "sobrecogedora" que "estremece", no es ni artístico ni religioso, "sino artístico-religioso", afirma Vega Esquerra.

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