Rsc. La monja isabel guerra expone 121 obras de su pintura hiperrealista en madrid


La religiosa Isabel Guerra (Madrid, 1947) regresa a Madrid después de una década con la una nueva exposición compuesta por 121 obras de pintura y fotografía que van más allá del hiperrealismo. La muestra, titulada 'Isabel Guerra 2015. Pintura, dibujo y fotografía' estará en el Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid hasta el 21 de junio.
Todas las obras de esta cita son de nueva creación, realizadas principalmente entre 2013 y 2015. En ellas puede apreciarse su evolución artística y la incursión en nuevas técnicas. Así, se compone de pinturas al óleo, paisajes de pueblos aragoneses, dibujos, fotografías, serigrafías y una recreación de la historia de la fotografía.
Además, la pintora descubre su faceta más innovadora como artista a través de sus fotografías texturizadas que, junto al tratamiento de la luz para conseguir el efecto deseado y el reflejo de la realidad en sus obras (que va más allá del hiperrealismo), son las principales señas de identidad de esta cita.
La muestra, presentada por la Obra Social Ibercaja y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, fue presentada este lunes por Domingo Buesa, comisario de la exposición; Magdalena Lasala, coordinadora de la muestra y responsable del Programa de Educación, Cultura y Publicaciones de la Obra Social de Ibercaja, y la propia Isabel Guerra.
Guerra está considerada un referente del hiperrealismo español, aunque ella nunca quiso que la encuadraran en este movimiento que, coincidiendo con su pintura, se proponía recrear la realidad en el lienzo con más fidelidad que la fotografía.
Entre su creación destacan especialmente los dibujos, en los que ofrece una versión del ser humano que apuesta por personas, fundamentalmente mujeres, que no juegan con las posibilidades de la mirada directa hacia el espectador, más bien se presentan sugiriendo la necesidad de recuperar el paisaje interior.
Isabel Guerra desarrolló su talento artístico de forma personal y autodidacta. Le gustaba frecuentar el Museo del Prado donde descubrió a los grandes genios de la Historia del Arte, especialmente a Velázquez. Con 15 años años realizó su primera exposición en Madrid y a los 23 ingresó en el Monasterio Cisterciense de Santa Lucía en Zaragoza. Es miembro honorífico de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis y correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

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