Ruiz Zafón:"Estamos pagando las consecuencias de un modelo falto de ética"

  • El escritor Carlos Ruiz Zafón, que firma hoy en la Feria del Libro de Madrid, es el autor español que más vende en el mundo, pero dice que está viviendo con gran preocupación la situación de crisis en España, "consecuencia de años de corrupción, de falta de honestidad y de un modelo carente de ética".

Carmen Sigüenza

Madrid, 1 jun.- El escritor Carlos Ruiz Zafón, que firma hoy en la Feria del Libro de Madrid, es el autor español que más vende en el mundo, pero dice que está viviendo con gran preocupación la situación de crisis en España, "consecuencia de años de corrupción, de falta de honestidad y de un modelo carente de ética".

"Pero curiosamente -añade-, lo más preocupante es que no estamos utilizando los elementos contrarios a los que non han traído hasta aquí, porque siguen instaladas la mentira para confundir la cosas, la pelea y los odios entre unos y otros, como si estuviera en el ADN del país. Es una situación de emergencia y se necesita una tregua y que se dejen de tonterías, porque hay que salir adelante", subraya este autor en una entrevista con Efe.

A pesar de estas opiniones y de su constante alegato contra los peligros de la cultura de la piratería y el "gratis total" que está, en su opinión, esquilmando el tejido cultural y la industria, Ruiz Zafón (Barcelona, 1946) no cree que el intelectual sea una casta que tenga que estar implicada en la vida pública, porque piensa que muchas veces es una cuestión de intereses creados y pequeñas servidumbres.

"Los escritores -argumenta el autor- no nos podemos abstraer de la realidad, porque observamos para empaparnos del día a día y escribir historias, pero lo de la implicación pública o que tus contribuciones sirvan a la sociedad es un poco relativo".

"Creo que cada persona -continúa- lo que tiene que hacer, al margen de su profesión, es llevar una vida honesta y contribuir a la sociedad con lo que haga, ya sea poeta o carpintero".

Zafón se muestra relajado y sin un ápice de arrogancia o de gesto que delate su enorme éxito, la saga de "El cementerio de los Libros olvidados", la trilogía que comenzó con "La sombra del viento" y que continuó con "El juego del ángel" y "El prisionero del cielo", ha vendido 25 millones de ejemplares en todo el mundo.

Y ahora todos sus innumerables lectores esperan el último título con el que Zafón cerrará esta serie centrada en un laberinto de libros en la Barcelona gótica, que han sabido entender en los cinco continentes pero del que el autor no quiere soltar ni prenda. "Sé cómo termina -aclara- pero estoy en la ejecución y creo que saldrá en un año o año y medio como mucho. Es una bendición que haya lectores esperando. Estoy muy agradecido por la paciencia que tienen conmigo".

A caballo ahora entre Barcelona y Los Ángeles, donde vive desde 1994, trabajando como guionista, Zafón no es muy dado a las apariciones públicas, ni a conceder entrevistas. Su presencia en la Feria del Libro de Madrid y hace unos días en la Biblioteca Nacional, donde intervino con motivo de la celebración del tercer centenario de este santuario de los libros, ha dado la oportunidad a sus lectores de tener las opiniones de su ídolo más cerca.

Empedernido lector y amante de las librerías de viejo, de donde nace la simiente de "El cementerio de los libros olvidados" como metáfora de la memoria y la identidad, Zafón es un profundo admirador de Dickens, con quien le han emparentado por el retrato y la narrativa que el inglés hace del Londres del XIX, que comparan con su Barcelona del XIX.

Pero también es devoto de Dostoieski y Tolstoi, aunque dice, como auguraba uno de sus personajes de "El prisionero del cielo", que la novela negra ha sustituido a la novela social y que es la que verdaderamente cuenta la historia del siglo XX.

"Vivimos en un mundo -precisa- en el que todo el mundo miente, en el que todo son decorados para esconder intereses, y las únicas fábulas que hoy nos explican y nos ayudan a entender lo que está pasando es la novela criminal, que ve no cómo el mundo se presenta sino cómo es en verdad, una jungla amoral, y que penetra como nadie en el corazón de la naturaleza humana. En la novela negra reconocemos el mundo en que vivimos", concluye.-

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