Rusia quiere liberarse en España del tópico "ballet, vodka y matrioska"

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 10 mar.- Ballet, vodka y matrioska son las palabras "fatales" que se asocian a "lo ruso" en España, a la que, a su vez, se identifica en el país más extenso del mundo con "sol, flamenco y corridas", unos "topicazos" que quiere ayudar a enmendar el Centro Ruso de Ciencia y Cultura, el homólogo del Instituto Cervantes.

El Centro Ruso de Ciencia y Cultura, único estatal que existe en España, inauguró en diciembre su nueva sede, en la calle Atocha, en un edificio de 160 años que en sus 3.000 metros dispone de nueve aulas para dar clases del idioma que hablan 140,9 millones de personas en esa república federal y cuya enseñanza a los extranjeros es la "principal misión" de la institución.

Según explica a Efe su directora, Ilona Yavchunovskaya, llevaban cuatro años dando cursos de ruso en distintos centros asociados de Madrid hasta que estrenaron su sede y ahora se concentran allí todas sus actividades.

Una de las diferencias básicas con el Instituto Cervantes, presume Yavchunovskaya, es el precio de sus cursos: 450 euros al año, la misma cantidad que la institución pública creada por España en 1991 para promocionar su idioma, cobra al mes por alumno en Moscú.

"Tenemos 200 alumnos, a los que dan clase 10 profesores, y eso para nosotros es muchísimo. Será la primera promoción que salga de aquí y estamos muy contentos porque, además, cubrimos totalmente los gastos con los cursos", explica.

El coste del alquiler del edificio, donde además se imparten clases de ballet a niños de entre 4 y 12 años -"a 150 euros el cuatrimestre", destaca-, se hacen conciertos y se programan exposiciones, entre otras muchas actividades, lo asume el Ejecutivo ruso, subraya la directora.

El problema, dice, es que en España no hay ningún colegio donde sea obligatorio aprender ruso y el título que ellos expiden no es oficial porque España y Rusia no tienen convenio educativo, como sí lo tienen, se admira, Ucrania o China.

Los españoles, se queja, conocen de la cultura rusa, "aparte de los estereotipos fatales", a los músicos, como Tchaicovsky o Korsakov, a escritores, como Tolstoi o Dostoyevsky, y pintores como Chagall pero "todos del XIX o primera parte del XX".

Por eso, el centro está empeñado en traer a Madrid exposiciones sobre la Rusia actual y mostrar cuáles son las tendencias "y por dónde respira el país", porque, argumenta, no están "parados".

"Queremos enseñar quiénes somos ahora, porque el pasado ya es conocido", reivindica.

En esa línea se inscribe la gira del Ballet Corona del Teatro de Moscú, que representa en el Nuevo Teatro Alcalá hasta el domingo una versión del famoso "El lago de los cisnes".

Su director artístico, Anatoly Emelyanov, ha explicado a Efe que esta compañía, fundada en 1997, está formada por los mejores bailarines de las escuelas rusas y aunque en ella se hace tanto repertorio clásico como contemporáneo, "todo está pasado por una visión muy personal" y conectada "con la realidad actual".

El Ballet Corona está inmerso, además, en el proyecto creativo internacional "Cómo nace el ballet", con el que están creando la pieza "hispano-rusa""La rosa de la Alhambra".

La partitura de la obra, que contendrá 20 números de ballet, se presentó en Torrevieja (Alicante) el pasado verano, y aspiran a estrenarla en la alcazaba granadina este mismo año.

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