Saccomanno reivindica la historieta, porque le enseñó a escribir novelas

  • El escritor argentino Guillermo Saccomanno ha reivindicado hoy el trabajo de guionista de historietas como un "genero marginal" con el que aprendió el oficio de escribir novelas.

Gijón, 8 jul.- El escritor argentino Guillermo Saccomanno ha reivindicado hoy el trabajo de guionista de historietas como un "genero marginal" con el que aprendió el oficio de escribir novelas.

El autor, que opta al Premio Hammett de la Asociación Internacional de Escritores Policiacos por "Cámara Gesell", de Planeta Argentina, ha narrado hoy distintos aspectos de su vida, mientras era retratado por el pintor Félix de la Concha.

Saccomanno ha recordado su etapa como guionista de historietas en la década de los años setenta como una de las más productivas, pese a haberla desarrollado en el clima de censura de la dictadura militar.

En el recinto de la Semana Negra de Gijón, el escritor ha dicho que el cómic le permitió desarrollar su creatividad y expresarse en los "años de plomo", porque estaba menos controlado por la censura.

Los militares creían que la historieta era menos peligrosa para sus intereses que la literatura de ficción al estar dirigida a un público infantil o con mentalidad infantil, ha indicado.

El escritor ha expresado "admiración" por los dibujantes y artistas plásticos que "son capaces de "captar un gesto o una expresión" con cuatro trazos.

Su etapa como guionista "fue una excelente gimnasia, ya que escribiendo guiones aprendí a escribir novelas", ha expresado.

Sobre la obra que compite para el Hammett, ha dicho que quiso relatar el infierno de un pequeño pueblo como una muestra de la realidad argentina y como un homenaje a la villa marinera en la que vive.

Saccomanno ha narrado el robo que sufrió en su casa, que fue asaltada por un joven delincuente que le amenazó con una pistola y se llevó su ordenador portátil.

El asaltante se sorprendió de la cantidad de libros que colmaban las paredes y le preguntó si en esos libros no había ningún billete.

El suceso le permitió al escritor hablar de literatura con quien le estaba amenazando con una pistola y descubrir que al agresor le gustaba la poesía del chileno Pablo Neruda.

"La paradoja del caso es que es que, cuando llegó la policía para levantar acta de la denuncia, una agente, joven y muy bonita también, se sorprendió por los libros y me confesó que había estudiado la carrera de Letras", ha dicho.

En "Cámara Gesell", Saccomanno muestra un escenario de violencia y de delincuencia vinculado a la corrupción, en una pequeña ciudad de veraneo de la costa bonaerense. EFE

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