Los sacrificios humanos abocaron a sociedades más desiguales

Los sacrificios humanos abocaron a sociedades más desiguales
Los sacrificios humanos abocaron a sociedades más desiguales
EUROPA PRESS
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"La religión se ha considerado tradicionalmente como un motor clave de la moralidad y la cooperación, pero nuestro estudio revela que aquellos rituales tuvieron un papel más siniestro en la evolución de las sociedades modernas", dice el autor principal del estudio Joseph Watts.

Investigadores de la Universidad de Auckland, el Instituto Max Planck para la Ciencia de la historia de la humanidad en Alemania y la Universidad de Victoria, querían probar el vínculo entre la forma desigual o jerárquica de una cultura pasada - lo que se conoce como estratificación social - y el sacrificio humano.

El equipo utilizó métodos informáticos de investigación derivados de la biología evolutiva para analizar los datos históricos de 93 culturas 'austronesias'. La práctica del sacrificio humano era generalizada en toda Austronesia: 40 de las 93 culturas incluidas en el estudio practicaron alguna forma de matanza humana ritualista.

El pueblo austronesio temprana se cree que se originó en Taiwán y, mientras se movía al sur, finalmente se estableció en casi la mitad del globo. Se extdnció al oeste de Madagascar, al este de Rapa Nui (Isla de Pascua) y al sur de las Islas del Pacífico y Nueva Zelanda.

Los métodos de sacrificio humano rituale en las culturas estudiadas incluyen la hoguera, el ahogamiento, la estrangulación, lapidación, ser cortado en pedazos o decapitado. Las víctimas eran por lo general de baja condición social o esclavos, mientras los instigadores eran por lo general personas de alto estatus social, como sacerdotes y jefes.

El estudio dividió a las 93 culturas diferentes en tres grupos principales de alta, moderada o baja estratificación social. Se encontro que las culturas con el más alto nivel de estratificación eran más propensos a practicar sacrificios humanos (67%, o 18 de los 27). De las culturas con la estratificación moderada, el 37% utiliza el sacrificio humano (17 de 46) y las sociedades más igualitarias eran menos propensos a practicar sacrificios humanos (25%, o cinco de cada 20).

"Mediante el uso de los sacrificios humanos para castigar violaciónes de los tabúes, desmoralizar a la clase baja e infundir miedo a las élites sociales, las élites del poder fueron capaces de mantener y construir control social", dice Watts.

El profesor Russell Gray, un co-autor del estudio, señala que "los sacrificios humanos proporcionan un medio particularmente eficaz de control social. Debido a una justificación sobrenatural para el castigo, los gobernantes --como sacerdotes y jefes--, se creían a menudo descendientes de los dioses y el sacrificio humano ritual era la demostración definitiva de su poder. "

Una característica única de las investigaciones con métodos computacionales evolutivos permitió al equipo reconstruir la secuencia de los cambios en los sacrificios humanos y la situación social en el transcurso de la historia del Pacífico. Esto permitió al equipo probar si el sacrificio precedió o siguió a un cambio en el estatus social.

El coautor Quentin Atkinson dice: "Encontramos que el sacrificio fue la fuerza motriz, haciendo a las sociedades más predispuestas a adoptar un estatus social alto y menos a volver a una estructura social igualitaria."

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