La Sala Vimcorsa mostrará obras de Antonio del Castillo y de sus contemporáneos 'En la senda del naturalismo'

EUROPA PRESS
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Así será, según la información facilitada a Europa Press por la organización de los actos conmemorativos, impulsada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con la colaboración de la Diputación de Córdoba, del Ayuntamiento, de la Diócesis y de la Universidad de Córdoba (UCO), del Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Córdoba y de la Fundación CajaSur.

En concreto, la exposición temporal, que permanecerá abierta hasta el 28 de febrero 2017 y cuenta con Fuensanta García de la Torre y Benito Navarrete Prieto como comisarios, permitirá contemplar las pinturas y dibujos de Del Castillo junto a la de maestros como Abraham Bloemaert, Lavinia Fontana, Pablo de Céspedes, Francisco de Herrera el Viejo, Andrés y José Ruiz de Sarabia, Juan Luis Zambrano o Sebastián Martínez, entre otros.

'Antonio del Castillo en la senda del naturalismo' servirá para encuadrar la producción artística del pintor cordobés en el ámbito de sus contemporáneos y de algunos maestros que influyeron en sus modelos o que trabajaron contemporáneamente con él en Córdoba.

Las obras seleccionadas proceden de instituciones como el Museo Nacional del Prado, el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Biblioteca Nacional de España, Patrimonio Nacional, el Museo de Bellas Artes de Córdoba, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, así como de diversas colecciones institucionales y privadas de máximo prestigio.

ANTONIO DEL CASTILLO Y CÓRDOBA

Considerado uno de los grandes pintores andaluces del Barroco junto a Velázquez, Alonso Cano, Zurbarán o Murillo, Antonio del Castillo fue una de las personalidades artísticas más ricas y diversas de la Córdoba del siglo XVII.

Sus variadas facetas, como pintor, dibujante e incluso poeta, lo sitúan como un prototipo de artista erudito, un artista completo y apegado a todos los saberes, con una producción principalmente realizada en y para Córdoba, que lo convirtió en el pintor cordobés del Barroco por excelencia.

Sus numerosos encargos llenaron los edificios religiosos de la ciudad, muchos de los cuales, tras la desamortización de 1835, pasaron al Museo de Bellas Artes, cuyos fondos se vieron incrementados a lo largo del tiempo, lo que hizo de Antonio del Castillo uno de los autores mejor representados en la pinacoteca y el mejor de la pintura de su época.

El interés de los estudiosos por conocer su trayectoria y su aportación a la historia de la pintura viene de lejos, siendo innumerables los que le han dedicado algunas líneas, jugando un papel especial el Museo de Bellas Artes de Córdoba, que con el apoyo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha venido investigando y restaurando desde 1990 el conjunto de pinturas y dibujos que conserva del artista.

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