Salvador, Premio de Cine 2014, la cuentista que se acuerda de su amigo Azcona

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Madrid, 15 jul.- La flamante ganadora del Premio Nacional de Cinematografía 2014, la guionista Lola Salvador, se declara "una cuentista tramposa que vive en las nubes", pero que también aspira a ser "alguien solidario con lo que pasa alrededor y que intenta cambiar el mundo un poquito cada día".

En una entrevista con Efe, concedida tras saberse ganadora del premio, la catalana (Barcelona, 1938) ha querido recordar a su amigo Rafael Azcona, fallecido en marzo de 2006, quien recibió este mismo premio en 1982.

"Mi cabeza está ahora con él; si hubo alguna vez un chico y una chica que dedicáramos toda la vida a escribir esos somos Rafael y yo, así que gran recuerdo para él y la alegría de poner mi nombre al lado del suyo como una tonta, me pego aquí a los amigos (bromea), a esta gente que ha significado tanto en el cine", dice con la humildad de quien aún no se cree ganadora.

En esa misma línea, explica que ella "básicamente" es una persona que siempre ha estado "un poco en las nubes y más bien colgada de las musarañas".

"Siempre he querido equilibrar esa parte de quien está imaginando y queriendo divertir y contar historias y cosas, y poner los pies en la tierra y hacer que el mundo alrededor sea más feliz, más justo, más libre...creo que ahí es donde está el equilibrio entre toda esa ristra de cosas".

Se refiere a los motivos por los que el jurado presidido por Susana de la Sierra le ha concedido el premio: "por su singular aportación a la creación cinematográfica, su larga trayectoria como maestra de cineastas, su compromiso constante con el cine en el ámbito educativo y su contribución decidida a la defensa colectiva del sector y los derechos de los creadores".

Explica, sin darle importancia, que nunca fue a una escuela de cine, pero se enorgullece al recordar que tuvo una madre que, de pequeña, le contaba las películas que veía mientras ella dormía; "así descubrí el cine -recuerda-, como si fuera un cuento de tradición oral y retransmitido el día después".

"Y eso es un guión -resume-, esa historia que has visto en tu cabeza".

La guionista, también novelista y productora, autora de cintas como "El crimen de Cuenca", "Las bicicletas son para el verano" o "Salvajes", reconoce que de su vida laboral a ella le gustaron siempre "las cosas más raras", "lo más experimental", y nombra, entre otros trabajos, "Juan Soldado", un mediometraje de Fernando Fernán Gómez de 1973.

"Era una cosa bastante rara, y fue estupenda", apunta, y entre las últimas, "La niebla en las palmeras" (2006) de Carlos Molinero.

Poseedora de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2011, Salvador se declara "muy batalladora y muy plasta luchando por las cosas", y por eso, dice, el premio le pone "contentísima, por lo que supone -dice- para la profesión de guionista".

Asegura que está "encantada de la vida" por el reconocimiento aunque, durante un rato, ha creído ser víctima de una "cámara oculta": "Ahora aparece alguien con un ramo y me dice lo de 'Inocente, Inocente'".

Confiesa que se va a preparar un "filetito de pollo a la plancha" y que "ya lo celebrará" con familia y amigos.

"El guion no sólo es importante, sino una de las cosas más divertida que se pueden hacer en este oficio", remata Salvador, que recibirá físicamente su premio, como es habitual, en el marco del Festival de Cine Internacional de San Sebastián, que se celebra del 19 al 27 de septiembre en la capital donostiarra.

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