Saramago, incinerado con una edición del libro con el que conoció a su esposa

  • Lisboa.- El Nobel portugués José Saramago ha sido incinerado hoy en la capital lusa junto a una edición de "Memorial del convento", una de sus obras fundamentales y gracias a la que conoció a su mujer, Pilar del Río.

Los intelectuales y políticos de Portugal y España despiden a Saramago
Los intelectuales y políticos de Portugal y España despiden a Saramago

Lisboa.- El Nobel portugués José Saramago ha sido incinerado hoy en la capital lusa junto a una edición de "Memorial del convento", una de sus obras fundamentales y gracias a la que conoció a su mujer, Pilar del Río.

La obra fue depositada junto a su féretro por Eduardo Lourenco, coetáneo de Saramago y considerado uno de los intelectuales portugueses más destacados del siglo XX.

Lourenco entregó el libro, con lágrimas en los ojos, a Pilar del Río, y escribió unas palabras que nadie leyó, ya que fue cerrado y depositado junto al féretro en la capilla ardiente del Salón de Plenos del ayuntamiento lisboeta.

Por deseo de su ahora viuda, el libro fue colocado entre las manos del escritor antes de cerrar el féretro e incinerado con él.

Blimunda, la protagonista de "Memorial del convento" y una de los personajes femeninos más importantes y logrados de Saramago, fue también la celestina involuntaria entre José y Pilar.

Ocurrió en 1986, cuando Pilar del Río, entonces una joven periodista que trabajaba en Sevilla, compró el libro y le gustó tanto que lo regaló a sus mejores amigas, a las que comentó su determinación de conocer a ese hombre capaz de llegar tan al fondo del alma femenina a través de Blimunda.

Lo llamó a Lisboa, le explicó que le gustaría conocerlo y quedaron al 14 de junio de 1986. Así quedó señalado en la agenda anual de Saramago, junto a una flor seca. Una agenda que, junto a toda su obra, forma parte de la exposición Saramago: la consistencia de los sueños, que se ha podido ver en Lanzarote, Sao Paulo y Lisboa.

Las cenizas de Saramago y Blimunda -así se llama también la casa del escritor en Lisboa- reposarán en breve en un lugar de la capital que no ha sido revelado, pero es deseo de su viuda que sea un sitio que permita a los lectores de José sentarse a leer sus obras o dejarle flores.

Saramago, a cuyas honras fúnebres asistieron hoy numerosas personalidades, amigos y autoridades de Portugal y España, falleció el viernes, a los 87 años de edad, en su casa de la isla española de Lanzarote y sus restos fueron velados desde ayer sábado en Lisboa.

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