Se dan clases de español. Lugar: Guantánamo

  • El árabe y el español tienen fonemas y raíces comunes, una ventaja que están aprovechando varios de los presos de Guantánamo, quienes hace un par de semanas se lanzaron al aprendizaje del castellano ante la posibilidad de que un país de habla hispana sea su próximo destino.

Raquel Godos

Washington, 29.- El árabe y el español tienen fonemas y raíces comunes, una ventaja que están aprovechando varios de los presos de Guantánamo, quienes hace un par de semanas se lanzaron al aprendizaje del castellano ante la posibilidad de que un país de habla hispana sea su próximo destino.

Los detenidos que demuestran buena conducta dentro de la prisión gozan de los programas de "estimulación intelectual"; dan clases de arte, manualidades, o leen novelas y juegan a vídeojuegos, tanto así que las paredes de la biblioteca donde se almacenan las lecturas que tienen a su disposición están decoradas con sus propios trabajos.

Pero además de eso también aprenden idiomas.

Hasta ahora, los prisioneros habían tenido acceso a clases de inglés y de pastún, una de las lenguas predominantes en Pakistán y Afganistán, pero entre las incorporaciones más recientes a su oferta educativa ha aterrizado el español.

Durante una visita de Efe al penal, el contraalmirante Richard Butler, el más alto mando al cargo de la cárcel, explicó que la iniciativa surgió a petición de los propios presos, conscientes de que el Gobierno estadounidense está manteniendo conversaciones con países en los que se habla la lengua de Cervantes.

"Parecen muy interesados en aprender español, algunos de ellos están pidiendo vocabulario adicional más allá del que contiene nuestro plan de estudios para las clases", explicó a Efe el profesor de español que imparte las lecciones a los presos, que prefiere guardar el anonimato.

Según explica el instructor, el programa plantea dos clases semanales que constan de un repaso de la lección anterior, el estudio del temario del día y una hora de práctica del idioma.

"Es difícil decir cuánto tiempo vamos a estar impartiéndolas, ya que parecen querer ir poco a poco para asimilar todo bien", agregó el maestro.

Junto a unas novedosas clases de ciencia, las clases de español han irrumpido en la prisión de Guantánamo como una nueva ventana hacia el exterior.

El instructor de español, de origen árabe, no se plantea de momento que sus particulares alumnos tengan que hacer tareas fuera del horario de las clases, y es que confiesa verles muy motivados.

"No veo la necesidad de asignar tareas ya que los estudiantes asisten voluntariamente a las clases y están motivados para estudiar los programas del modo que mejor sea para cada uno de ellos", afirmó.

Además, las similitudes entre las dos lenguas, ayudan.

"El español no es difícil de pronunciar para los hablantes de árabe ya que los dos idiomas comparten los mismos sonidos. Sin embargo, todavía están trabajando en el desarrollo de sus habilidades de pronunciación", agregó el maestro.

Las primeras clases comenzaron el pasado 10 marzo, coincidiendo, como se sabría más tarde, con las negociaciones que el Gobierno uruguayo estaba llevando a cabo con Estados Unidos para acoger a seis de los 154 reos que aún quedan en Guantánamo, sin embargo, el número de presos que están recibiendo las clases es clasificado.

En los años 2004 y 2005, España fue el destino de dos reos, junto a otros tres más que fueron transferidos en 2010, mientras que el otro único país de habla hispana a donde se ha realizado algún traslado ha sido El Salvador, con dos transferencias en 2012.

Ante el nuevo empujón que ha dado Barack Obama este año para impulsar las transferencias y cerrar la prisión, como prometió antes de convertirse en presidente de EE. UU., la esperanza de un traslado se ha instalado dentro del penal, y en gran medida resuena en español.

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