Sebastián Ritter: "mi vida puede cambiar mañana en veinte minutos"

  • El novillero colombiano Sebastián Ritter, que mañana viernes tomará la alternativa en la plaza de toros de Madrid, cree que su vida puede cambiar "en veinte minutos", dependiendo de lo que suceda esa tarde en el ruedo de Las Ventas.

Paco Aguado

Madrid, 3 oct.- El novillero colombiano Sebastián Ritter, que mañana viernes tomará la alternativa en la plaza de toros de Madrid, cree que su vida puede cambiar "en veinte minutos", dependiendo de lo que suceda esa tarde en el ruedo de Las Ventas.

Ritter recibirá el doctorado profesional en el segundo festejo de la feria de Otoño de Madrid, de manos de El Cid, en presencia de Iván Fandiño y ante toros de la ganadería de Victoriano del Río, después de haberse proclamado triunfador de los novilleros el pasado San Isidro.

El joven torero de Colombia asegura, en una entrevista con Efe, que asume la gran apuesta de doctorarse directamente en la primera plaza del mundo "muy preparado y, sobre todo, responsabilizado y consciente de todo lo que supone".

Según Ritter, la idea de afrontar este serio compromiso no surgió de repente sino que era una posibilidad ya contemplada por Antonio Corbacho, el taurino que descubrió a José Tomás y a Alejandro Talavante y que, hasta su fallecimiento el pasado 31 de julio, apoderó también a Ritter.

"No vengo a Madrid para convertirme en matador de toros sin más, a cumplir un sueño que ahí se termine -puntualiza el colombiano-. El sueño de mi vida es otro, que todo el mundo puede suponer, el de ser una figura mundial, y creo que esta corrida puede ser el trampolín para conseguirlo. Porque, como decía Corbacho, aquí el que no apuesta no gana".

"La verdad -continúa Ritter- es que llego a la cita con pocas novilladas toreadas en estos dos años que llevo en España, unas veintitantas, que son las justas para poder tomar la alternativa. Pero he llevado una intensa preparación en el campo que creo que me garantiza poder estar a la altura de este compromiso".

Hasta el momento, a los aficionados y la crítica les ha llamado la atención el descarnado valor con que Sebastián Ritter se emplea ante los novillos, aunque también los numerosos percances que ha sufrido durante estas dos últimas temporadas.

"De hecho, este año ya llevo tres cornadas, una de ellas en Madrid. El año pasado también me pegaron otras dos fuertes, como la que me llevé de un eral cuando empezaba sin caballos. Habrá a quien eso le parezca un síntoma de torpeza, pero yo creo que es la prueba de que quiero ser torero", considera el de Medellín.

"Haber superado todos esos percances -reconoce- me hace sentir muy orgulloso y más sabiendo que, si Dios quiere, no serán los últimos. Pero creo que el público no me han visto todavía en mi auténtica dimensión como torero. Ojalá que este viernes pueda mostrar en Las Ventas las cosas que he hecho en el campo, porque puede ser un impacto muy grande".

Sebastián Ritter, colombiano de Medellín y nieto de alemanes, es hijo del también matador que se anunció como Luis Reiter durante la década de los noventa y que tomó la alternativa hace exactamente veinte años, cuando él apenas tenía unos meses de edad.

Este joven espada será el segundo torero de Colombia que se doctore directamente en la plaza de Madrid, después de que lo hiciera Paco Mena el 12 de octubre de 1984.

"Es un orgullo representar así a Colombia a este lado del Atlántico", dice Ritter, quien, a unas horas de la cita más importante de su carrera, confiesa también que va a dedicar su actuación a la memoria de Antonio Corbacho, "que va a estar en mi pensamiento durante toda la tarde".

"A él es a quien le debo todo taurinamente hablando. Ha habido otras pocas personas que me ayudaron en su momento, pero Corbacho es quien más apostó por mí, quien creyó de verdad en mis posibilidades y gracias a quien he llegado hasta esta alternativa de categoría. Y no le puedo defraudar", concluye.

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