Serafín Marín: "He tenido las facultades de atemperar un toro de Miura"

Javier López

Madrid, 8 jun.- Los tres toreros que hicieron hoy el último paseíllo de la Feria de San Isidro abandonaban la plaza con la sensaciones contrapuestas, pues mientras Rafaelillo se lamentaba de la falta de toros y Javier Castaño se mostraba autocrítico, Serafín Marín confesaba que había tenido facultades de "atemperar un miura".

"Después de las pocas oportunidades que he tenido en los últimos años creo que hoy he dado la talla con mis dos toros, templando y pegando muletazos muy lentos y sentidos a mi primero por el pitón izquierdo, y dando la cara con el complicado sexto, así que, a pesar de no lograr el triunfo, me marcho satisfecho", reconoció el torero catalán.

Javier Castaño, por su parte, se lamentaba del escaso poso dejado en San Isidro: "No ha sido la feria que yo esperaba, mi paso por Madrid no ha sido para nada bueno", reconoció.

"Respecto a la tarde de hoy, mi primer toro sí es verdad que ha sido bueno, desplazándose con alegría de largo, pero con el defecto de pegar un gañafón cuando le buscaba por abajo. Quizás no lo he entendido bien y tenía que haberlo toreado siempre a media altura. El otro, nada de nada", declaró.

El director de lidia, Rafaelillo, salía de Madrid "con la cabeza bien tranquila" después de haberlo dado "todo" con el lote más "deslucido" en conjunto.

"No he tenido opciones; mi primero ha sido imposible y el segundo me ha dejado sólo un suspiro. Creo que a éste lo he aprovechado al máximo, por eso me voy tranquilo, consciente de que si un toro me hubiese embestido le hubiera hecho faena seguro", finalizó.