Sierra i Fabra vuelve con el inspector Mascarell a la Barcelona del estraperlo

  • Barcelona.- Acaba de recibir el Premio "El Barco de Vapor" y lleva bajo el brazo un nuevo libro, "Siete días de julio". Jordi Sierra i Fabra regresa con viejos personajes que ya aparecían en "Cuatro días de enero", como el inspector Miquel Mascarell, con el que ahora se adentra en la Barcelona del estraperlo.

Barcelona.- Acaba de recibir el Premio "El Barco de Vapor" y lleva bajo el brazo un nuevo libro, "Siete días de julio". Jordi Sierra i Fabra regresa con viejos personajes que ya aparecían en "Cuatro días de enero", como el inspector Miquel Mascarell, con el que ahora se adentra en la Barcelona del estraperlo.

En una entrevista con Efe, el prolífico escritor señala que aunque en "Cuatro días de enero" dejaba a Mascarell, el último policía de la Barcelona republicana, en una situación difícil, condenado a pena de muerte y encarcelado en el Valle de los Caídos, en este volumen ha querido "recuperarlo, indultarlo y llevarlo a una ciudad en la que el estraperlo -comercio ilegal de artículos- permitió a algunos amasar grandes fortunas".

A lo largo de siete días de julio de 1947, y no es casualidad la fecha, porque es el mes y el año del nacimiento de Jordi Sierra, Mascarell se verá envuelto en un caso policíaco, con una mujer muerta, de nombre Celia Arteta, ricos industriales del textil relacionados y con Patro Quintana, un personaje que también aparecía en su anterior título y con la que mantendrá una relación que irá más allá de la amistad.

A lo largo de una semana, Mascarell deberá desentrañar una tupida red de influencias, traiciones y envidias, aunque no podrá evitar que varios cadáveres manchen las calles de Barcelona.

Sierra i Fabra, que vuelve a publicar con Plaza & Janés, remarca que se trata de una novela policíaca.

Preguntado sobre el proceso de documentación que ha seguido para poder describir los bares de la época o la ropa que llevan los personajes, el autor no esconde que quien más le ha ayudado es su amigo y también escritor Francisco González Ledesma. "A Ledesma le debería dar el cinco por ciento de los derechos de autor", apostilla.

En este sentido, ahonda en que es la "prodigiosa" memoria de Ledesma la que permite descripciones de establecimientos como "El Parador del Hidalgo" o las de barrios en los que se mueven determinados personajes del estraperlo.

Después de esta documentación oral, Sierra i Fabra dice ponerlo "todo en solfa" y se centra en las grandes fortunas que se hicieron en la ciudad en los años de la postguerra e, incluso, se permite un pequeño homenaje a su padre, Valeriano Sierra, que aparece en un pequeño papel, vendiendo joyas al inspector Mascarell y a punto de ser padre de un bebé, que si es niño quiere bautizar como Jordi.

Incidiendo en el personaje del ex policía Miquel Mascarell, señala el novelista que en este relato lo presenta con 63 años de edad, más envejecido que en "Cuatro días de enero", "muy cansado, tras su condena en el Valle de los Caídos, de vuelta de todo y solo, puesto que ha perdido a su mujer y a su hijo Roger, en una ciudad que no reconoce".

Jordi Sierra i Fabra advierte que habrá un nuevo libro con él de protagonista, que ya tiene acabado, con el título de "Cinco días de octubre", con una acción que transcurre en el año 1948 y una trama que tiene mucho que ver con el maquis.

Con más de 320 libros publicados, más de nueve millones de libros vendidos y premiado a lo largo de su carrera, Jordi Sierra i Fabra ha abordado todos los géneros literarios y ahora, desde su Fundación, impulsa la lectura y ayuda a jóvenes escritores para que puedan dar sus primeros pasos.

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